En el ámbito científico, la vida abarca diferentes conceptos según el campo de estudio. En la física y otras disciplinas relacionadas, se refiere a la duración de las cosas o a su proceso evolutivo, como la vida media o el ciclo vital de las estrellas. En biología, se considera la condición interna esencial que distingue a los seres vivos por sus características únicas.

Desde un punto de vista bioquímico, la vida se define como un estado especial de la materia alcanzado por estructuras moleculares específicas, que tienen la capacidad de desarrollarse, mantenerse en un entorno, reconocer y responder a estímulos, y reproducirse para asegurar su continuidad. Las estructuras biomoleculares de la vida establecen un rango de estabilidad que permite su continuo desarrollo, dinamismo y evolución.

Los seres vivos se diferencian de los objetos inanimados por características como la organización molecular, la reproducción, la evolución y la capacidad de gestionar su energía interna de manera no espontánea. En el campo de la medicina, existen diversas interpretaciones científicas sobre el inicio de la vida humana, basadas en perspectivas filosóficas, religiosas, culturales y legales. Algunos consideran que la vida comienza en la fecundación del óvulo, mientras que para otros, inicia cuando el aborto ya no es legalmente permitido, o incluso hasta el cese irreversible de la actividad cerebral o muerte cerebral. También se define la vida vegetativa como un conjunto de funciones involuntarias nerviosas y hormonales que permiten al organismo responder a las condiciones del entorno.

En cosmología, todavía no se sabe si es posible detectar la existencia de vida en otros lugares del universo además de la Tierra. Sin embargo, científicos como Carl Sagan han planteado que, dadas las condiciones necesarias para la vida tal como la conocemos, y considerando la inmensidad del cosmos, es probable la existencia de civilizaciones avanzadas en otros planetas. La ecuación de Drake es un intento de estimar el número de civilizaciones extraterrestres. Los proyectos SETI se dedican a la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra. Además, la teoría de las supercuerdas sugiere la posibilidad de la existencia de infinitos universos paralelos, algunos de los cuales podrían albergar mundos con vida similar al nuestro, mientras que otros podrían presentar variaciones sutiles o drásticas en relación con el nuestro.

Desde la perspectiva de la psicología, la vida se concibe como una apreciación emocional de las interacciones del individuo con su entorno, y la lucha por mantener su homeostasis en un estado preferido como respuesta a dicho sentimiento.


Según las ideas planteadas por el laureado con el Premio Nobel de Química, Ilya Prigogine, la vida se caracteriza por ser el dominio de lo no lineal, donde el tiempo tiene autonomía y existen múltiples estructuras, algo que no se observa en el universo inanimado. En este sentido, la vida se distingue por su inestabilidad, en la que las estructuras nacen y desaparecen a lo largo de tiempos geológicos.

Para Prigogine, la vida se define como el tiempo que se inscribe en la materia, y los fenómenos irreversibles son los responsables de la organización biológica. Todos los procesos biológicos son irreversibles, una característica que se extiende a todo el universo, ya que todos envejecemos en una dirección determinada debido a la existencia de una flecha del tiempo.

Según Prigogine, es la función la que genera la estructura, y los fenómenos irreversibles son la base de la organización biológica, es decir, de la vida misma.

La vida no se limita a un único fenómeno, sino que surge cada vez que las circunstancias planetarias son favorables. Desde los principios de la termodinámica, sabemos que el futuro de la vida es incierto y desconocemos hasta dónde puede llegar. Los sistemas dinámicos en la biología son inestables, lo que implica que se encaminan hacia un futuro que no se puede determinar de antemano. El futuro permanece abierto a nuevos procesos de transformación y aumento de la complejidad de los sistemas vivos, es decir, de la complejidad biológica, en una continua creación.

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