Este es uno de los problemas científicos más fundamentales, que requiere la participación de casi todas las disciplinas. Aunque al principio se vio obstaculizado por algunas dudas sobre su legitimidad como campo científico, la investigación sobre el origen de la vida dentro del campo más amplio de la astrobiología se ha acelerado, convirtiéndose en un gran esfuerzo y atrayendo nuevas fuentes de financiación, además de los programas de larga data de la NASA, en la última década. Desde una perspectiva biológica, uno de los impulsores de este progreso ha sido la visión sintética de este problema, que cambia el énfasis de «¿cómo surgió la vida?» a «¿cómo podría surgir la vida?» La distinción es sutil pero importante. En lugar de centrarse en la aparición histórica específica de la vida en la Tierra, la visión sintética se centra en los posibles mecanismos para la invención química de la vida. En otras palabras, nos importa menos cómo surgió nuestra vida particular y más sobre las posibles formas en que la vida podría surgir en una variedad de condiciones. Este cambio nos servirá bien para comprender el exceso de exoplanetas que los astrónomos están descubriendo rápidamente.

Aquí revisamos la bioquímica del origen de la vida, con énfasis en una etapa intermedia de la vida llamada el Mundo del ARN [2].

La vida hoy en día generalmente sigue el dogma central de la biología molecular, con el ADN codificando la información genética que se copia en ARN complementario, que luego se traduce en la secuencia de proteínas según el código genético. Por lo tanto, incluso la vida más simple basada en nuestra bioquímica actual requiere al menos tres biopolímeros principales (ADN, ARN y proteínas), así como la maquinaria correspondiente para la replicación, transcripción y traducción. La complejidad e interdependencia de esta bioquímica implica fuertemente que un sistema más simple debe haberlo precedido. El Mundo del ARN es una bioquímica primitiva propuesta dominada genética y funcionalmente por el ARN. Su existencia fue propuesta en la década de 1960, basada en la centralidad del ARN y los cofactores similares al ARN en el metabolismo moderno, así como en la observación de que el ARN podía plegarse en estructuras tridimensionales complejas que recuerdan a las proteínas. El descubrimiento de ARN catalíticos y la revelación de que el ribosoma es en realidad un ribozima agregaron una fuerte evidencia circunstancial a esta teoría.

Si bien el Mundo del ARN es un área de estudio muy activo, su nombre no debe tomarse al pie de la letra. Como discutimos, el Mundo del ARN probablemente era algo desordenado e incluía otras moléculas, como lípidos y péptidos simples. Además, será difícil establecer la precisión histórica de un Mundo del ARN específico, ya que su mayor invención, el código genético, finalmente lo llevó a su reemplazo. En cambio, en la visión sintética, vemos el Mundo del ARN como un sistema modelo particularmente tratable para estudiar la emergencia de la complejidad biológica durante el origen de la vida.

https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(15)00681-8?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0960982215006818%3Fshowall%3Dtrue&fbclid=IwAR0DtPuIvJssHm6i3BBS9t3otEis7IsOFrKacfEie5oNFLN4_YHBk06wWQM

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