El dióxido de carbono (CO2) incrementa la temperatura de la atmósfera a través del efecto invernadero, un proceso natural que hace posible la vida tal como la conocemos en la Tierra, pero que también puede llevar a un calentamiento global cuando se intensifica por las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero. Aquí te explico cómo funciona este proceso:
- Absorción de radiación solar: La Tierra absorbe la energía solar, principalmente en forma de luz visible, que luego se transforma en calor y calienta la superficie terrestre.
- Emisión de radiación infrarroja: La superficie terrestre, al calentarse, emite energía de vuelta hacia el espacio en forma de radiación infrarroja (un tipo de energía térmica menos energética que la luz visible).
- Trampa de calor por gases de efecto invernadero: Aunque la atmósfera es transparente a la luz visible, no lo es tanto a la radiación infrarroja. Gases de efecto invernadero como el CO2, el metano (CH4), el vapor de agua (H2O), y otros, absorben parte de esta radiación infrarroja y luego la reemiten en todas direcciones, incluyendo de vuelta hacia la superficie terrestre. Este proceso atrapa el calor en la atmósfera, manteniendo la temperatura de la Tierra en un nivel que permite la vida.
- Incremento de la concentración de CO2: Las actividades humanas, especialmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, han incrementado significativamente las concentraciones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera desde la Revolución Industrial. Este incremento intensifica el efecto invernadero natural, atrapando más calor en la atmósfera y elevando la temperatura media global de la Tierra.
- Retroalimentaciones climáticas: El calentamiento global provocado por el incremento de CO2 puede desencadenar una serie de retroalimentaciones en el sistema climático. Por ejemplo, el calentamiento puede causar la liberación de más CO2 y metano desde los permafrost y otros reservorios naturales, o puede disminuir la capacidad de los océanos y la biosfera para absorber CO2, lo que a su vez intensifica el efecto invernadero y el calentamiento global.
La relación entre el CO2 y el aumento de la temperatura es fundamental en la ciencia climática y subraya la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el cambio climático.