La línea celular HELA es una línea celular inmortal de células epiteliales cervicales humanas que se originaron a partir de una muestra de tejido tomada de la paciente Henrietta Lacks en 1951. HELA es una de las líneas celulares más antiguas y ampliamente utilizadas del mundo. Se ha utilizado en una amplia gama de investigaciones, incluyendo el desarrollo de vacunas, tratamientos contra el cáncer y la comprensión de los mecanismos de la enfermedad.

Henrietta Lacks era una mujer afroamericana que murió de cáncer cervical en 1951 a la edad de 31 años. Ella fue tratada en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. Durante su tratamiento, el Dr. George Gey, un investigador del hospital, tomó una muestra de tejido de su cuello uterino sin su conocimiento o consentimiento. El Dr. Gey cultivó el tejido en un laboratorio y descubrió que las células eran inmortales, lo que significa que podían dividirse indefinidamente. El Dr. Gey llamó a la línea celular «HELA», que significa «Henrietta Lacks».

El Dr. Gey compartió la línea celular HELA con otros investigadores, y pronto se convirtió en una de las líneas celulares más importantes del mundo. Se ha utilizado en una amplia gama de investigaciones, incluyendo el desarrollo de vacunas, tratamientos contra el cáncer y la comprensión de los mecanismos de la enfermedad. Las células HELA han sido utilizadas para estudiar el desarrollo del cáncer, la virología, la inmunología y la genética. También se han utilizado para desarrollar vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), el virus que causa el cáncer cervical.

El uso de la línea celular HELA sin el conocimiento o consentimiento de Henrietta Lacks ha sido una fuente de controversia. La familia de Lacks ha argumentado que no se les pagaron por las células y que no se les dieron beneficios de la investigación que se ha realizado con ellas. En 2013, la Universidad de Johns Hopkins y la familia de Lacks llegaron a un acuerdo por el cual la universidad pagaría a la familia una suma no revelada y otorgaría a la familia un derecho de propiedad sobre la línea celular HELA.

La línea celular HELA es una herramienta valiosa para la investigación científica. Ha sido utilizada para desarrollar tratamientos que han salvado la vida de millones de personas. Sin embargo, el uso de la línea celular HELA también ha planteado cuestiones éticas sobre la propiedad de las células humanas y la obtención de consentimiento informado para la investigación.

Las células HELA tienen una serie de características cromosómicas únicas. En primer lugar, tienen un número cromosómico anormal. Las células humanas normales tienen 46 cromosomas, pero las células HELA tienen 47, lo que significa que tienen una copia extra del cromosoma 2. En segundo lugar, las células HELA tienen una serie de cromosomas fusionados. Esto significa que dos cromosomas se han fusionado para formar un cromosoma más grande. En tercer lugar, las células HELA tienen una serie de cromosomas rotos, lo que significa que los cromosomas están dañados y pueden perder genes importantes.

Estas características cromosómicas únicas son probablemente el resultado del cáncer que causó la muerte de Henrietta Lacks. El cáncer es una enfermedad que causa mutaciones genéticas, y estas mutaciones pueden afectar el número, la estructura y la función de los cromosomas.

Las características cromosómicas únicas de las células HELA las convierten en una herramienta valiosa para la investigación del cáncer. Las células se han utilizado para estudiar la progresión del cáncer, la respuesta a los tratamientos y el desarrollo de nuevos fármacos.

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