Hoy no puede faltar el recuerdo a una mujer, Rosalind Franklin. Una químico de Cambridge, experta en critalografía de Rayos X que en 1951 obtuvo la famosa foto 51, donde se nuestra el patrón de difracción de Rayos X de una molécula de ADN. En sus cuadernos describe numerosos detalles sobre la estructura de esta molécula, que posteriormente fueron usados por Watson (robados sin el debido reconocimiento) para establecer junto a Crick la estructura del ácido ribonucleico por el que recibirían el Premio Nobel en 1962.
Rosalind murió en 1958 a los 37 años, víctima de un cáncer, sin llegar a conocer el alcance de sus hallazgos y sin el merecido Premio Nobel.