La posible relación entre el uso de paracetamol (acetaminofén) durante el embarazo y el riesgo de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en la descendencia ha generado una considerable atención científica y pública. Si bien numerosos estudios observacionales han reportado una asociación estadística modesta, el peso actual de la evidencia científica de mayor calidad metodológica no respalda una relación causal. Este informe proporciona un análisis exhaustivo de la evidencia disponible, los mecanismos biológicos propuestos y los factores de confusión críticos que deben considerarse para una comprensión matizada de este complejo asunto.

La base de la preocupación emana de meta-análisis a gran escala, como el de Alemany et al. (2021), que, tras combinar datos de seis cohortes europeas con más de 73,000 pares madre-hijo, encontró que la exposición prenatal al paracetamol se asociaba con un aumento del 19% en las probabilidades de presentar síntomas de TEA.1 Este hallazgo es consistente con otras revisiones sistemáticas que han observado una señal estadística similar en múltiples estudios de cohorte.3

Sin embargo, esta asociación debe ser interpretada con extrema cautela debido a la alta probabilidad de factores de confusión que sesgan los resultados. El desafío más significativo es el «factor de confusión por indicación», donde la condición subyacente que motiva el uso del fármaco (p. ej., fiebre, infección, inflamación materna), y no el fármaco en sí, podría ser el verdadero factor de riesgo para los trastornos del neurodesarrollo.5 Adicionalmente, factores de confusión familiares, tanto genéticos como ambientales, desempeñan un papel crucial. Estudios metodológicamente más robustos que utilizan diseños de comparación entre hermanos (sibling-comparison) han demostrado que la asociación observada entre el paracetamol y el TEA se debilita sustancialmente o desaparece por completo al controlar estos factores compartidos.7 Esta evidencia sugiere que la asociación es más probablemente un artefacto estadístico que un efecto causal del medicamento.

Aunque se han propuesto mecanismos biológicos plausibles por los cuales el paracetamol podría afectar el neurodesarrollo fetal —incluyendo el estrés oxidativo, la disrupción endocrina y alteraciones epigenéticas—, la relevancia de estas hipótesis depende de la existencia de un vínculo causal real, que la mejor evidencia epidemiológica disponible pone en duda.9

En consonancia con esta evaluación, las principales agencias reguladoras y sociedades médicas internacionales, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han concluido que no existe evidencia sólida de una relación causal.11 Mantienen la recomendación de que el paracetamol es el tratamiento de primera línea para el dolor y la fiebre durante el embarazo cuando sea clínicamente necesario. Aconsejan su uso a la dosis mínima eficaz, durante el menor tiempo posible y con la menor frecuencia posible, un principio de prudencia aplicable a cualquier medicamento durante la gestación.14 La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha adoptado un tono ligeramente más precautorio, reconociendo la asociación estadística y aconsejando minimizar su uso para fiebres leves, aunque también reafirma que no se ha establecido una relación causal y que el paracetamol sigue siendo la opción de venta libre más segura.16

En conclusión, la narrativa científica ha evolucionado desde la observación de una correlación inicial hacia una comprensión más sofisticada que apunta a la no causalidad, una vez que se aplican metodologías de mayor rigor. El debate público, a menudo influenciado por interpretaciones simplistas, no siempre ha reflejado esta progresión científica.

La Evidencia Epidemiológica: Una Asociación Estadística Observada

La investigación sobre la seguridad del paracetamol durante el embarazo se intensificó tras la publicación de múltiples estudios epidemiológicos observacionales que sugerían un posible vínculo con resultados adversos en el neurodesarrollo infantil. Estas investigaciones, principalmente estudios de cohorte prospectivos, siguen a grandes grupos de mujeres embarazadas y a sus hijos a lo largo del tiempo, recopilando datos sobre exposiciones (como el uso de medicamentos) y resultados de salud (como diagnósticos de TEA o TDAH).

El Meta-análisis de Referencia: Alemany et al. (2021)

Un punto de inflexión en la evidencia acumulada fue el meta-análisis publicado en el European Journal of Epidemiology por Silvia Alemany y colaboradores.1 Este estudio colaborativo integró datos de seis prestigiosas cohortes de base poblacional en Europa (incluyendo ALSPAC en el Reino Unido y DNBC en Dinamarca), abarcando un total de 73,881 pares madre-hijo. La exposición prenatal al paracetamol se evaluó mediante cuestionarios maternos, y los síntomas de TEA y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se midieron en la infancia (entre los 4 y 12 años) utilizando instrumentos validados.

Los resultados principales de este meta-análisis mostraron asociaciones estadísticamente significativas. En concreto, los niños expuestos prenatalmente al paracetamol tenían:

  • Un 19% más de probabilidades de presentar síntomas de TEA en el rango límite o clínico, con un Odds Ratio (OR) de 1.19 y un intervalo de confianza (IC) del 95% entre 1.07 y 1.33.2
  • Un 21% más de probabilidades de presentar síntomas de TDAH en el rango límite o clínico, con un OR de 1.21 (IC 95%: 1.07−1.36).2

El estudio también arrojó otros hallazgos relevantes. La exposición postnatal al paracetamol (hasta los 18 meses de vida) no se asoció con un aumento del riesgo de síntomas de TEA o TDAH, sugiriendo que el período de vulnerabilidad, si existiera, sería el prenatal. Además, aunque se observaron mayores probabilidades tanto en niños como en niñas tras la exposición prenatal, las asociaciones fueron ligeramente más fuertes en los niños, un dato que algunos investigadores han intentado vincular con la mayor prevalencia de TEA en varones.1

Consistencia en Otras Revisiones Sistemáticas

Los hallazgos de Alemany et al. no son aislados. Refuerzan una señal estadística que ha sido observada de manera consistente en la literatura. Una revisión sistemática de 2022 que analizó 16 estudios de alta calidad concluyó que todos ellos mostraban una asociación entre el uso de paracetamol y resultados adversos del neurodesarrollo. Esta revisión también señaló que la asociación parecía más fuerte con un uso a largo plazo y con dosis y frecuencia elevadas.3 De manera similar, una revisión de 2018 que incluyó nueve estudios de cohorte prospectivos informó que todos sugerían un mayor riesgo de TDAH, TEA o un menor cociente intelectual (CI) tras la exposición prenatal al paracetamol.4

Esta consistencia a través de diferentes estudios y poblaciones es lo que ha mantenido el debate científico activo. Cuando múltiples investigaciones independientes llegan a una conclusión similar, se refuerza la posibilidad de que la asociación no sea producto del azar. Sin embargo, como se discutirá en secciones posteriores, la consistencia también puede ser el resultado de un sesgo sistemático y compartido presente en todos los estudios.

Heterogeneidad y Limitaciones Reconocidas

Es crucial señalar que incluso los autores de estos estudios primarios reconocen importantes limitaciones. Una de las más llamativas es la enorme heterogeneidad en las tasas de exposición reportadas. En el meta-análisis de Alemany et al., la proporción de madres que informaron haber usado paracetamol durante el embarazo varió drásticamente entre las cohortes, desde un 14% hasta un 56%.1 La exposición postnatal fue aún más variable, oscilando entre el 6% y casi el 93%.1 Estas diferencias tan amplias pueden reflejar no solo prácticas culturales distintas, sino también variaciones en la forma de preguntar y registrar el consumo del fármaco, lo que introduce una incertidumbre considerable en la medición de la exposición. Además, los métodos e instrumentos utilizados para evaluar los síntomas de TEA y TDAH también variaron entre las cohortes, al igual que los factores de confusión que se incluyeron en los modelos estadísticos.1

La siguiente tabla resume los hallazgos de los meta-análisis clave que han impulsado esta línea de investigación.

Tabla 1: Resumen de Meta-Análisis Clave sobre la Exposición Prenatal a Paracetamol y el Riesgo de TEA/TDAH

Estudio (Primer Autor)AñoPublicaciónTamaño de la MuestraResultado(s) Evaluado(s)Estimación de Riesgo Reportada (OR con IC 95%)Conclusiones/Limitaciones Clave de los Autores
Alemany, S. et al. 12021European Journal of Epidemiology73,881 pares madre-hijoSíntomas de TEA y TDAHTEA: OR=1.19 (1.07−1.33) TDAH: OR=1.21 (1.07−1.36)La exposición prenatal, pero no la postnatal, se asocia con un mayor riesgo. Se necesita más investigación y se debe informar a las mujeres embarazadas sobre los riesgos potenciales.
Masarwa, R. et al. 192018American Journal of Epidemiology132,738 pares madre-hijo (7 estudios)Diagnóstico/Síntomas de TEA y TDAHTEA: Riesgo Relativo (RR) = 1.19 (1.09−1.40) TDAH: RR=1.34 (1.19−1.51)La exposición prenatal al paracetamol se asocia con un mayor riesgo de TEA y TDAH. La heterogeneidad entre estudios es una limitación.
Kwok, J. et al. 142022Neuroscience & Biobehavioral ReviewsRevisión paraguasResultados del neurodesarrolloTDAH: OR=1.21 (1.07−1.36) TEA: OR=1.09 (1.07−1.33)La evidencia sugiere una asociación, pero se necesitan estudios de mayor calidad para establecer la causalidad, controlando mejor los factores de confusión.

En resumen, existe un cuerpo de evidencia epidemiológica observacional que muestra de forma consistente una asociación estadística débil pero significativa entre el uso de paracetamol durante el embarazo y un mayor riesgo de síntomas de TEA y TDAH. Este patrón estadístico exige una investigación más profunda sobre su naturaleza: ¿es un reflejo de un efecto causal del fármaco o el resultado de sesgos inherentes a este tipo de diseño de estudio?

Mecanismos Biológicos Plausibles: Explorando el «Cómo»

Para que una asociación epidemiológica sea considerada causal, debe existir una explicación biológica plausible que describa cómo la exposición podría conducir al resultado. En el caso del paracetamol, los investigadores han propuesto varios mecanismos a través de los cuales el fármaco podría interferir con el delicado proceso del neurodesarrollo fetal. Es un hecho establecido que el paracetamol y sus metabolitos atraviesan libremente la barrera placentaria y la barrera hematoencefálica del feto, lo que le otorga acceso directo al sistema nervioso central en desarrollo.20 A continuación, se detallan las principales hipótesis mecanísticas.

Estrés Oxidativo y Agotamiento de Glutatión

El mecanismo más citado se centra en el metabolismo del paracetamol y su impacto en el equilibrio oxidativo del cerebro. Cuando se metaboliza en el hígado, una pequeña porción del paracetamol se convierte en un metabolito altamente reactivo y tóxico llamado N-acetil-p-benzoquinonaimina (NAPQI).22 En condiciones normales, el NAPQI es neutralizado rápidamente por el glutatión (GSH), el antioxidante más importante del cuerpo y, crucialmente, del cerebro.

Sin embargo, el uso de dosis altas o prolongadas de paracetamol puede agotar las reservas de GSH. Si esto ocurre, el NAPQI puede acumularse y causar daño celular a través del estrés oxidativo.9 El cerebro fetal es excepcionalmente vulnerable al estrés oxidativo debido a su alta tasa metabólica, su elevado contenido de lípidos susceptibles a la peroxidación y sus sistemas de defensa antioxidante aún inmaduros. Estudios en modelos animales respaldan esta hipótesis; por ejemplo, una investigación demostró que la exposición neonatal de ratones a dosis clínicamente relevantes de paracetamol provocaba un aumento de los marcadores de estrés oxidativo en el hipocampo, una región cerebral clave para la memoria y el aprendizaje, lo que se traducía en déficits cognitivos y de comportamiento a largo plazo.10 Además, algunas evidencias sugieren que los niños con TEA podrían tener una capacidad reducida para metabolizar el paracetamol a través de la vía de sulfatación, lo que podría derivar más fármaco hacia la vía que produce NAPQI, aumentando su vulnerabilidad.22

Disrupción Endocrina

Otra línea de investigación sugiere que el paracetamol podría actuar como un disruptor endocrino, interfiriendo con los sistemas hormonales que son fundamentales para un neurodesarrollo adecuado.20 Las hormonas, especialmente las tiroideas y las hormonas sexuales como los andrógenos, actúan como moléculas de señalización maestras que orquestan procesos críticos como la proliferación y migración neuronal, la diferenciación celular y la sinaptogénesis.

Se ha planteado la hipótesis de que el paracetamol podría alterar la función tiroidea materna o interferir con las vías de señalización de los andrógenos en el feto.9 Esta última posibilidad es particularmente intrigante, dado que la exposición a niveles elevados de andrógenos prenatales se ha asociado con un mayor riesgo de TEA, y podría ofrecer una explicación teórica para la mayor prevalencia del trastorno en varones.23 La alteración de este delicado equilibrio hormonal durante ventanas críticas del desarrollo cerebral podría tener consecuencias duraderas en la estructura y función del cerebro.

Alteraciones Epigenéticas

La epigenética se refiere a modificaciones químicas del ADN y las proteínas asociadas que regulan la expresión de los genes sin cambiar la secuencia de ADN subyacente. Estos mecanismos son vitales durante el desarrollo, ya que permiten que las células se diferencien y respondan a señales ambientales. La exposición a sustancias exógenas durante el embarazo puede inducir cambios epigenéticos que alteren la trayectoria del desarrollo.

Varios estudios han encontrado asociaciones entre la exposición prenatal al paracetamol y cambios en la metilación del ADN (un mecanismo epigenético clave) en el tejido placentario y la sangre del cordón umbilical.9 Un estudio notable identificó una asociación entre el uso de paracetamol y la metilación del gen del receptor de prostaglandinas (PTGDR), un gen importante para la mediación del flujo sanguíneo placentario y el crecimiento fetal. Curiosamente, este estudio también encontró que algunas de estas asociaciones epigenéticas eran dependientes del sexo, lo que nuevamente podría relacionarse con las diferencias observadas entre niños y niñas en el riesgo de TEA.21 Estos cambios epigenéticos podrían alterar la expresión de genes cruciales para el desarrollo cerebral, estableciendo una vulnerabilidad a largo plazo.

Inhibición de Prostaglandinas y Neuroinflamación

El efecto analgésico y antipirético del paracetamol se debe en parte a su capacidad para inhibir la síntesis de prostaglandinas en el sistema nervioso central. Si bien esto es beneficioso para aliviar el dolor y la fiebre, las prostaglandinas también desempeñan funciones fisiológicas importantes en el cerebro en desarrollo.23 La interferencia con estas vías podría, teóricamente, perturbar procesos de desarrollo neuronal. Además, se ha postulado que el paracetamol podría alterar procesos inmunitarios, lo que podría aumentar el riesgo de TEA en individuos susceptibles, vinculándose a las teorías que implican la desregulación inmune y la neuroinflamación en la etiología del autismo.22

En conjunto, estos mecanismos proporcionan una base biológica plausible para una posible relación causal. Sin embargo, es fundamental entender que la plausibilidad de un mecanismo no constituye una prueba de causalidad. Estos mecanismos son hipótesis que describen cómo el paracetamol podría causar un efecto, si es que la asociación observada en los estudios epidemiológicos es, de hecho, causal. El siguiente paso crítico en el análisis es deconstruir esa asociación inicial para determinar si es un efecto real o un espejismo estadístico.

La Distinción Crítica: Asociación vs. Causalidad y el Papel de los Factores de Confusión

El principio fundamental de la epidemiología es que la asociación no implica causalidad. El hecho de que dos eventos ocurran juntos no significa que uno cause el otro. Los estudios observacionales, a pesar de su utilidad para generar hipótesis, son particularmente vulnerables a los factores de confusión: variables ocultas que están asociadas tanto con la exposición (uso de paracetamol) como con el resultado (TEA) y que pueden crear una asociación espuria. En el debate sobre el paracetamol y el autismo, dos tipos de confusión son de importancia capital.

Confusión por Indicación: ¿El Fármaco o la Enfermedad?

El factor de confusión por indicación es quizás el mayor desafío para interpretar los estudios sobre la seguridad de los medicamentos. Se refiere a la posibilidad de que la condición médica subyacente para la cual se prescribe o se toma un medicamento sea la verdadera causa del resultado adverso, y no el medicamento en sí.5

Las mujeres embarazadas toman paracetamol principalmente para tratar la fiebre, las infecciones y el dolor.24 Existe una sólida y creciente evidencia de que la activación inmune materna, ya sea por fiebre, infección o inflamación sistémica durante el embarazo, es un factor de riesgo independiente y bien establecido para los trastornos del neurodesarrollo, incluido el TEA.23 Por lo tanto, una mujer que sufre una infección viral grave durante la gestación tiene más probabilidades de tomar paracetamol y, al mismo tiempo, tiene un riesgo basal más alto de tener un hijo con un trastorno del neurodesarrollo debido a la propia infección. En este escenario, el paracetamol no es la causa, sino un simple

marcador de la presencia de la verdadera causa (la enfermedad materna).24 La mayoría de los estudios observacionales intentan ajustar estadísticamente por la «indicación» (p. ej., controlando por «fiebre» o «dolor»), pero estas medidas suelen ser crudas e imperfectas, y no logran capturar completamente la gravedad o la naturaleza de la condición subyacente, dejando un sesgo residual.

Este punto se complica aún más por el hecho de que no tratar la fiebre o el dolor intenso durante el embarazo también conlleva riesgos significativos para el feto. La fiebre alta, especialmente en el primer trimestre, se ha asociado con un mayor riesgo de defectos del tubo neural y otros resultados adversos.5 El dolor crónico y el estrés materno pueden provocar hipertensión o ansiedad, condiciones que tampoco son benignas para el desarrollo fetal.27 Esto crea un complejo dilema clínico en el que los riesgos bien documentados de la enfermedad subyacente deben sopesarse frente a los riesgos no probados del medicamento utilizado para tratarla.

Confusión Familiar y Genética: El Poder del Análisis de Hermanos

El segundo gran desafío es la confusión por factores familiares, que incluyen la genética compartida, el estatus socioeconómico, el estilo de vida y el entorno del hogar. Para abordar este problema, los epidemiólogos emplean un diseño metodológico más robusto conocido como análisis de comparación entre hermanos (sibling-comparison).7 Este diseño compara a hermanos de la misma familia, donde la madre utilizó el medicamento en un embarazo pero no en el otro. Dado que los hermanos comparten, en promedio, el 50% de sus genes y crecen en un entorno familiar muy similar, este diseño controla eficazmente una multitud de factores de confusión genéticos y ambientales que son difíciles o imposibles de medir en los estudios de cohorte tradicionales.

La aplicación de este diseño al debate sobre el paracetamol ha sido reveladora. Un estudio a gran escala realizado en Suecia y publicado en la prestigiosa revista JAMA en 2024, analizó los datos de casi 2.5 millones de niños.8 En los análisis convencionales de toda la población, los investigadores replicaron los hallazgos de estudios anteriores: encontraron un pequeño aumento estadísticamente significativo en el riesgo de TEA, TDAH y discapacidad intelectual asociado con el uso de paracetamol en el embarazo. Sin embargo, el resultado cambió drásticamente cuando aplicaron el análisis de comparación entre hermanos. En esta comparación mucho más rigurosa, la asociación desapareció por completo.5

La conclusión de este estudio es de suma importancia: sugiere que la asociación observada en los análisis más simples no se debe al paracetamol, sino a factores familiares compartidos que influyen tanto en la probabilidad de que una madre use paracetamol como en el riesgo de que su hijo desarrolle un trastorno del neurodesarrollo.7 Por ejemplo, podría existir una predisposición genética familiar tanto a condiciones psiquiátricas o de dolor crónico (que aumentan el uso de analgésicos) como al TEA en la descendencia.5

Otras Limitaciones Metodológicas

Además de los principales factores de confusión, los estudios observacionales adolecen de otras limitaciones. El sesgo de recuerdo puede ocurrir cuando las madres de niños con un diagnóstico recuerdan y reportan su uso de medicamentos durante el embarazo de manera diferente a las madres de niños con un desarrollo típico. La clasificación errónea de la exposición es otro problema, ya que la mayoría de los estudios se basan en autoinformes que carecen de detalles precisos sobre la dosis, la duración y el momento exacto del consumo.6 Finalmente, la falta de una clara

relación dosis-respuesta en los estudios más rigurosos (es decir, que un mayor consumo no se asocie consistentemente con un mayor riesgo) también debilita la hipótesis de causalidad.8

En conjunto, la evidencia de los estudios de comparación entre hermanos representa una calidad de evidencia fundamentalmente superior que actúa como un «desempate» en el debate científico. Estos hallazgos no son simplemente una pieza más del rompecabezas, sino una prueba directa que pone en tela de juicio la validez de las asociaciones encontradas en diseños de estudio menos robustos. Esto indica que el edificio de la preocupación, construido sobre los cimientos de los estudios observacionales, se desmorona cuando se somete a un escrutinio metodológico más estricto.

Postura Regulatoria y Guía Clínica de las Autoridades Sanitarias

Ante la evidencia científica acumulada y el debate público, las principales agencias reguladoras de medicamentos y sociedades médicas de todo el mundo han emitido comunicados y guías clínicas. A pesar de algunas diferencias en el tono, existe un amplio consenso internacional sobre la falta de evidencia causal y las recomendaciones prácticas para las mujeres embarazadas.

Consenso Europeo (EMA y AEMPS)

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y las agencias nacionales, como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), han adoptado una postura clara y consistente. Han concluido que los datos disponibles no respaldan una relación causal entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el desarrollo de TEA u otros trastornos del neurodesarrollo.11

En 2019, la EMA revisó los estudios disponibles y determinó que los resultados eran «no concluyentes» y no permitían establecer un vínculo.12 Esta posición fue reafirmada en septiembre de 2025, tras la controversia mediática, declarando que «no han encontrado pruebas de que tomar paracetamol durante el embarazo cause autismo en los niños».12 La AEMPS se ha pronunciado en términos similares, informando de que «no existe evidencia de una relación causal».15

En consecuencia, sus recomendaciones clínicas no han cambiado. El paracetamol sigue siendo considerado una opción importante y segura para el tratamiento del dolor y la fiebre durante el embarazo cuando existe una necesidad clínica. La recomendación oficial, presente en las fichas técnicas de los medicamentos, es la de utilizar «la dosis mínima eficaz durante el menor tiempo posible y con la menor frecuencia posible».11 Esta es una norma de prudencia farmacológica estándar para cualquier medicamento durante el embarazo, no una advertencia específica derivada de un riesgo probado de autismo.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA): Un Enfoque Precautorio

La postura de la FDA de Estados Unidos ha sido percibida como más matizada y precautoria. En septiembre de 2025, la FDA anunció que había iniciado el proceso para un cambio en el etiquetado del paracetamol con el fin de reflejar la «evidencia que sugiere que el uso de paracetamol por mujeres embarazadas puede estar asociado con un mayor riesgo» de condiciones neurológicas como el autismo y el TDAH.16

Sin embargo, es crucial analizar el lenguaje completo de su comunicado. La propia FDA subraya explícitamente que «si bien se ha descrito una asociación […], no se ha establecido una relación causal» y que «existen estudios contrarios en la literatura científica».16 Su consejo a los médicos, emitido «en el espíritu de la seguridad del paciente y la medicina prudente», es «considerar minimizar el uso de paracetamol durante el embarazo para fiebres de bajo grado rutinarias».17 Al mismo tiempo, la FDA refuerza que el paracetamol es la alternativa de venta libre más segura en comparación con los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como la aspirina y el ibuprofeno, que tienen riesgos fetales bien documentados.16

Esta diferencia de tono entre las agencias europeas y la estadounidense parece reflejar distintas filosofías de comunicación en salud pública ante la incertidumbre científica y la presión social, más que un desacuerdo fundamental sobre la ciencia. Mientras que la EMA prioriza calmar la ansiedad pública y asegurar el tratamiento de condiciones necesarias, la FDA adopta un «principio de precaución» más explícito, respondiendo a la percepción de riesgo incluso en ausencia de causalidad probada.

Organismos Globales y Sociedades Profesionales (OMS, ACOG, SEN, etc.)

El consenso se extiende a otras organizaciones clave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que «actualmente no existe evidencia científica concluyente alguna que confirme un posible vínculo entre el autismo y el consumo de acetaminofén […] durante el embarazo».13

En Estados Unidos, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal (SMFM) han reaccionado enérgicamente contra las afirmaciones de causalidad, calificándolas de «irresponsables» y destacando el peligro real que supone para las pacientes embarazadas el no tratar adecuadamente el dolor o la fiebre.5 En España, sociedades científicas como la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) han emitido comunicados para tranquilizar a la población, afirmando que «actualmente, no hay ninguna evidencia sólida que apoye una potencial relación».31

En definitiva, a pesar de las variaciones en el énfasis comunicativo, el mensaje clínico central es notablemente consistente a nivel mundial: el paracetamol sigue siendo el analgésico y antipirético de elección durante el embarazo, y los riesgos de no tratar condiciones como la fiebre alta son conocidos y, probablemente, mucho mayores que los riesgos no probados del medicamento.

Síntesis y Análisis Experto Final

El análisis de la posible relación entre el uso prenatal de paracetamol y el Trastorno del Espectro Autista revela una historia compleja de evolución científica, donde las observaciones iniciales son refinadas y, en última instancia, cuestionadas por metodologías más rigurosas. La conclusión de este examen exhaustivo se basa en la ponderación de la totalidad de la evidencia, dando prioridad a la calidad metodológica de los estudios.

Recapitulación y Ponderación de la Evidencia: Por Qué la Causalidad es Improbable

El debate se centra en un conflicto fundamental: por un lado, una asociación estadística débil pero consistente, observada en numerosos estudios de cohorte y meta-análisis; por otro lado, el fracaso de esta asociación para mantenerse firme bajo el escrutinio de diseños de estudio más robustos que controlan eficazmente los factores de confusión familiares.

La conclusión experta es que la exposición prenatal al paracetamol es improbable que sea un factor causal en el desarrollo del Trastorno del Espectro Autista. Esta afirmación se fundamenta en la jerarquía de la evidencia epidemiológica. Los hallazgos de los estudios de comparación entre hermanos, metodológicamente superiores, deben tener un peso considerablemente mayor que los de los estudios de cohorte estándar. La desaparición de la asociación en estos diseños más rigurosos es la pieza de evidencia más convincente contra una relación causal.7 Esto indica que la asociación observada inicialmente es, con alta probabilidad, un artefacto estadístico generado por factores de confusión no medidos, principalmente la indicación para el uso del fármaco (enfermedad materna) y factores genéticos y ambientales compartidos en la familia.

La siguiente tabla resume los argumentos clave a favor y en contra de un vínculo causal, destacando por qué la evidencia contra la causalidad es metodológicamente más sólida.

Tabla 2: Argumentos a Favor y en Contra de un Vínculo Causal entre Paracetamol Prenatal y TEA

Argumento que Apoya un Posible Vínculo CausalArgumento en Contra de un Vínculo Causal (y Refutación)
Asociación estadística consistente en múltiples estudios observacionales y meta-análisis, mostrando un aumento del riesgo de ~20%.1La asociación desaparece en estudios de comparación entre hermanos, metodológicamente superiores, lo que sugiere que la causa son factores de confusión familiares (genéticos/ambientales) y no el fármaco.5
El paracetamol atraviesa la barrera placentaria y hematoencefálica, lo que le da acceso directo al cerebro fetal en desarrollo.20El acceso al cerebro fetal es una condición necesaria pero no suficiente para la toxicidad. La evidencia de no causalidad de los estudios en humanos invalida la relevancia de esta observación por sí sola.
Mecanismos biológicos plausibles (estrés oxidativo, disrupción endocrina, cambios epigenéticos) que podrían explicar cómo el fármaco afectaría el neurodesarrollo.9La plausibilidad biológica es hipotética. Si la asociación epidemiológica en humanos es un artefacto, estos mecanismos, aunque teóricamente posibles, son irrelevantes para explicar una relación que no existe en la realidad.
La asociación parece más fuerte con un uso prolongado o en dosis altas en algunos estudios.3Los estudios más rigurosos (comparación de hermanos) no encuentran una relación dosis-respuesta clara, lo que debilita el argumento de causalidad.8
Existe una fuerte evidencia de confusión por indicación: la fiebre, la infección y la inflamación materna son factores de riesgo conocidos para el TEA, y el paracetamol es un marcador de estas condiciones.5

El Papel del Discurso Público y la Desinformación

Este complejo debate científico ha sido frecuentemente simplificado y distorsionado en la esfera pública. Declaraciones políticas y titulares mediáticos que no distinguen entre asociación y causalidad han generado una considerable ansiedad y sentimientos de culpa innecesarios entre las madres y los padres de niños con autismo.33 Es un ejemplo claro de cómo la comunicación de la ciencia, si no es matizada, puede causar un daño real al fomentar el miedo y llevar a decisiones de salud potencialmente perjudiciales.

Recomendación Clínica Final y Mensaje de Salud Pública

Con base en la evaluación crítica de la mejor ciencia disponible, el mensaje para las pacientes y los profesionales de la salud debe ser claro y tranquilizador:

  1. El paracetamol sigue siendo el analgésico y antipirético de primera elección y más seguro durante el embarazo cuando está clínicamente indicado. Las alternativas, como los AINEs, conllevan riesgos fetales bien documentados y deben evitarse, especialmente en etapas avanzadas del embarazo.
  2. Las mujeres embarazadas no deben dejar de tratar el dolor o la fiebre por temores infundados. Los riesgos de una fiebre alta no tratada o de un dolor y estrés materno intensos para el desarrollo fetal son conocidos y significativos.23
  3. La recomendación de utilizar la dosis mínima eficaz durante el menor tiempo posible es un principio de buena práctica médica aplicable a cualquier medicamento durante el embarazo y no debe interpretarse como una advertencia específica sobre el autismo.14
  4. La decisión sobre el uso de cualquier medicamento durante el embarazo debe tomarse siempre en consulta con un profesional sanitario, quien puede evaluar los riesgos y beneficios en el contexto individual de cada paciente.

En conclusión, la ciencia, en su proceso de autocorrección y refinamiento, ha pasado de identificar una asociación preocupante a proporcionar una explicación más probable y tranquilizadora que no implica al paracetamol como agente causal del autismo. La responsabilidad de los profesionales de la salud y los comunicadores científicos es transmitir esta comprensión matizada para proteger la salud pública de la desinformación y el miedo.

Obras citadas

  1. Prenatal and postnatal exposure to acetaminophen in relation to …, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8542535/
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  3. A Systematic Review of the Link Between Autism Spectrum Disorder and Acetaminophen: A Mystery to Resolve – PubMed, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35989852/
  4. Prenatal paracetamol exposure and child neurodevelopment: A review – PubMed, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29341895/
  5. Trump gave medical advice about Tylenol. Here’s what medical experts say., fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.washingtonpost.com/health/2025/09/22/tylenol-pregnancy-autism-risk-rfk-jr/
  6. Autism and Acetaminophen Use during Pregnancy: Does Science Support the Claim of a Link? | Womble Bond Dickinson, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.womblebonddickinson.com/us/insights/blogs/autism-and-acetaminophen-use-during-pregnancy-does-science-support-claim-link
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  8. Trump, HHS Link Tylenol to Autism. Experts Push Back. – Psychiatrist.com, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.psychiatrist.com/news/trump-hhs-link-tylenol-to-autism-experts-push-back/
  9. Mount Sinai Study Supports Evidence That Prenatal Acetaminophen …, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.mountsinai.org/about/newsroom/2025/mount-sinai-study-supports-evidence-that-prenatal-acetaminophen-use-may-be-linked-to-increased-risk-of-autism-and-adhd
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  11. La AEMPS aclara que no existe evidencia de una relación entre el uso del paracetamol durante el embarazo y el autismo en niños – El Globalfarma, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://elglobalfarma.com/politica/aemps-informa-no-existe-evidencia-relacion-paracetamol-embarazo-autismo/
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  13. Declaración de la OMS sobre cuestiones relacionadas con el autismo, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.who.int/es/news/item/24-09-2025-who-statement-on-autism-related-issues
  14. Preevid: ¿Existe alguna asociación entre el autismo y la toma de paracetamol durante la gestación? / Is there an association between autism and taking paracetamol during pregnancy? – MurciaSalud, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.murciasalud.es/preevid/24778
  15. Falta de evidencia de que el paracetamol en el embarazo cause autismo – aemps, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.aemps.gob.es/informa/la-aemps-informa-de-que-no-existe-evidencia-de-una-relacion-causal-entre-el-uso-de-paracetamol-durante-el-embarazo-y-el-autismo-en-ninos/
  16. FDA Responds to Evidence of Possible Association Between Autism and Acetaminophen Use During Pregnancy, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/fda-responds-evidence-possible-association-between-autism-and-acetaminophen-use-during-pregnancy
  17. Notice to Physicians on the Use of Acetaminophen During … – FDA, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.fda.gov/media/188843/download
  18. La exposición al paracetamol en el vientre materno se asocia con síntomas de TDAH y autismo en la infancia – Instituto de Salud Global de Barcelona, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.isglobal.org/-/la-exposicion-al-paracetamol-en-el-vientre-materno-se-asocia-con-sintomas-de-tdah-y-autismo-en-la-infancia
  19. RE: «PRENATAL EXPOSURE TO ACETAMINOPHEN AND RISK FOR ATTENTION DEFICIT HYPERACTIVITY DISORDER AND AUTISTIC SPECTRUM DISORDER: A SYSTEMATIC REVIEW, META-ANALYSIS, AND META-REGRESSION ANALYSIS OF COHORT STUDIES» – PubMed, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30192922/
  20. Prenatal paracetamol exposure and neurodevelopmental outcomes in preschool-aged children – PMC, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8285062/
  21. Acetaminophen use during pregnancy and DNA methylation in the placenta of the extremely low gestational age newborn (ELGAN) cohort | Environmental Epigenetics | Oxford Academic, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://academic.oup.com/eep/article/5/2/dvz010/5544049
  22. Prenatal and perinatal analgesic exposure and autism: an ecological link – PubMed Central, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3673819/
  23. Autism and Tylenol: Exploring the Evidence on Acetaminophen in Pregnancy – NAM, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://nam.edu/news-and-insights/autism-tylenol-acetaminophen-pregnancy/
  24. ¿Tomar Tylenol durante el embarazo causa autismo? La evidencia indica que no., fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.uchealth.org/today/es-tomar-tylenol-durante-el-embarazo-causa-autismo-la-evidencia-cientifica-indica-que-no/
  25. Estudios mostrarían asociación estadística entre paracetamol y autismo, pero no hay causalidad directa – Medicina y Salud Pública, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://medicinaysaludpublica.com/noticias/ginecologia-obstetricia/estudios-mostrarian-asociacion-estadistica-entre-paracetamol-y-autismo-pero-no-hay-causalidad-directa/28470
  26. What is Tylenol and what happens when pregnant women skip it, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.financialexpress.com/life/health/what-is-tylenol-and-what-happens-when-pregnant-women-skip-it/3987365/
  27. Pruebas limitadas de la relación entre el paracetamol y el autismo o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad – FactCheck.org, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.factcheck.org/es/2023/03/scicheck-pruebas-limitadas-de-la-relacion-entre-el-paracetamol-y-el-autismo-o-el-trastorno-por-deficit-de-atencion-e-hiperactividad/
  28. Use of paracetamol during pregnancy unchanged in the EU …, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.ema.europa.eu/en/news/use-paracetamol-during-pregnancy-unchanged-eu
  29. La AEMPS informa de que no existe evidencia de una relación causal entre el uso del paracetamol durante el embarazo y el autismo en niños – SEPEAP, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://sepeap.org/la-aemps-paracetamol-embarazo-autismo-en-ninos/
  30. Addressing your questions about pregnancy and acetaminophen – UT Southwestern Medical Center, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://utswmed.org/medblog/questions-about-pregnancy-and-acetaminophen/
  31. Comunicado de la Sociedad Española de Neurología sobre la sugerida potencial relación entre paracetamol y el autismo, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.sen.es/noticias-y-actividades/noticias-sen/3698-comunicado-de-la-sociedad-espanola-de-neurologia-sobre-la-sugerida-potencial-relacion-entre-paracetamol-y-el-autismo
  32. Comunicado de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica ante la vinculación del paracetamol en el embarazo con el autismo, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.aeped.es/noticias/comunicado-sociedad-espanola-neurologia-pediatrica-ante-vinculacion-paracetamol-en-embarazo-con
  33. Paracetamol y autismo: lo que dice Trump y lo que dice la ciencia – Antena 3, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.antena3.com/novamas/vida/paracetamol-autismo-que-dice-trump-que-dice-ciencia_2025092368d2655a5f87ee0831f86e96.html
  34. Comunicado sobre las recientes declaraciones que relacionan paracetamol y autismo, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://escolasalut.sjdhospitalbarcelona.org/es/observatorio-faros/noticia/comunicado-declaraciones-relacion-paracetamol-autismo
  35. No, tomar paracetamol durante el embarazo no causa autismo infantil – Eroski Consumer, fecha de acceso: septiembre 28, 2025, https://www.consumer.es/bebe/paracetamol-embarazo-autismo-infantil

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