Una de las formas más eficaces de proteger los edificios de los terremotos es mediante el aislamiento sísmico. Consiste en separar el edificio de la cimentación mediante una zapata deformable, compuesta de capas apiladas de goma y láminas de metal.

Esta zapata tiene una gran capacidad de deformación, como puede verse en la tercera imagen, y reduce de forma importante la energía que el terremoto transmite al edificio. Las vibraciones destructivas se convierten en un suave balanceo.

El aislamiento sísmico está dando muy buenos resultados en Japón, aunque está poco extendido por el mundo.
En el terremoto de Chile de 2010, la torre Titanium La Portada soportó un terremoto de magnitud 8.8 gracias a este sistema de aislamiento sísmico.

Deformación del aislamiento sísmico

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