I. Introducción: ¿Qué es el Vapeo?

Definición y Contexto

El término «vapeo» se refiere al acto de inhalar un aerosol generado por un dispositivo electrónico a batería, diseñado para simular la experiencia de fumar cigarrillos convencionales.1 Estos dispositivos reciben diversas denominaciones, incluyendo cigarrillos electrónicos (e-cigs), vaporizadores, vapes, o, en terminología técnica, Sistemas Electrónicos de Suministro de Nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés).1 Su uso ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, consolidándose como un fenómeno de salud pública de considerable magnitud, particularmente entre las poblaciones más jóvenes.4 Parte de su popularidad deriva de la percepción, a menudo fomentada por estrategias de marketing, de que representan una alternativa «más segura», «más limpia» o menos perjudicial que el tabaco tradicional.1 Además, se han promocionado, o son percibidos por algunos usuarios, como una herramienta potencialmente útil para abandonar el hábito tabáquico.1

Percepción Pública vs. Realidad Científica

Existe una notable discrepancia entre la percepción pública generalizada sobre el vapeo y la evidencia científica acumulada. Un mito común es la creencia de que lo que se inhala es simplemente «vapor de agua inofensivo».1 Sin embargo, la realidad científica es que los cigarrillos electrónicos no producen vapor de agua, sino un aerosol complejo.1 Este aerosol consiste en una suspensión de partículas líquidas y sólidas finas y ultrafinas que contienen nicotina (en la mayoría de los casos), saborizantes y una mezcla de otras sustancias químicas, algunas de las cuales son tóxicas y potencialmente carcinógenas.1

La propia terminología utilizada – «vapeo» y «vapor» – puede contribuir a una menor percepción del riesgo asociado en comparación con los términos «fumar» y «humo».1 El vapor de agua se asocia comúnmente con procesos benignos, lo cual contrasta fuertemente con la naturaleza química del aerosol producido por estos dispositivos. Esta diferencia semántica podría influir en la decisión de iniciar el consumo, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes que pueden subestimar los peligros inherentes.10 La industria, consciente de esta percepción, ha utilizado estrategias de marketing, incluyendo el uso extensivo de saborizantes atractivos, para promover estos productos, a menudo dirigidas específicamente a segmentos demográficos más jóvenes.5 Es crucial, por tanto, abordar esta desconexión y utilizar una terminología precisa para describir tanto el proceso como el producto inhalado.

II. Anatomía de un Vapeador: Funcionamiento y Componentes

Independientemente de la gran variedad de diseños y apariencias disponibles en el mercado 16, todos los cigarrillos electrónicos operan bajo un principio similar y comparten una estructura básica de componentes.2

Componentes Esenciales

Los tres elementos fundamentales que constituyen un cigarrillo electrónico son 2:

  1. Batería: Es la fuente de energía del dispositivo. Generalmente son baterías recargables de iones de litio, elegidas por su capacidad de almacenar una cantidad significativa de energía en un espacio reducido.18 Pueden estar integradas en el dispositivo o ser extraíbles, especialmente en modelos más grandes («mods»).18 La capacidad de la batería (medida en miliamperios-hora, mAh) y el voltaje suministrado pueden variar considerablemente entre modelos, lo que influye directamente en la potencia del dispositivo y la cantidad de aerosol generado.17 Es importante señalar que se han reportado incidentes de explosiones de baterías defectuosas, particularmente durante el proceso de carga, que han resultado en lesiones graves.15
  2. Atomizador (Elemento Calefactor): Este componente alberga una resistencia eléctrica, comúnmente una bobina de alambre metálico (por ejemplo, de nicromo como NI80).17 La resistencia está envuelta o en contacto con un material absorbente, típicamente algodón orgánico, denominado mecha.18 La función de la mecha es absorber el e-líquido del depósito y llevarlo hasta la resistencia para su calentamiento.18 El valor de la resistencia (medido en ohmios, Ω) es un parámetro crucial que afecta la experiencia de vapeo; resistencias más bajas (sub-ohm, <1 Ω) tienden a calentarse más, consumir más batería y producir nubes de aerosol más densas y un sabor más intenso, siendo populares entre usuarios experimentados.17
  3. Depósito (Tanque, Cartucho, Pod): Es el receptáculo que contiene la solución líquida, conocida como e-líquido, e-juice o jugo de vapeo.1 Estos depósitos pueden ser recargables, permitiendo al usuario rellenarlos con el líquido de su elección (característico de los «sistemas abiertos» como los mods), o pueden ser cartuchos pre-llenados y desechables (comunes en «sistemas cerrados» o tipo pod).1 La capacidad de líquido que pueden albergar varía según el diseño, desde unos pocos mililitros hasta 10 ml o más en algunos casos.17
  4. Boquilla (Drip Tip): Es la pieza a través de la cual el usuario inhala el aerosol generado por el dispositivo.2

Mecanismo de Funcionamiento

El proceso de generación de aerosol es relativamente simple 2: la batería suministra corriente eléctrica a la resistencia ubicada en el atomizador.17 Debido a su baja masa y material conductor, la resistencia se calienta muy rápidamente.18 Este calor intenso vaporiza instantáneamente el e-líquido que ha sido absorbido por la mecha y está en contacto directo con la resistencia caliente.1 Cuando el usuario inhala a través de la boquilla (acción conocida como «pitar» o «dar una calada»), o en algunos dispositivos al presionar un botón, se activa el circuito.3 El flujo de aire que entra al dispositivo pasa sobre la resistencia caliente, arrastrando consigo el aerosol recién formado hacia la boca y los pulmones del usuario.1

Tipos de Dispositivos

El mercado de los cigarrillos electrónicos es diverso, con dispositivos que varían enormemente en forma, tamaño y funcionalidad 2:

  • Primeras Generaciones («Cig-a-likes»): Diseñados para parecerse visualmente a los cigarrillos tradicionales, puros o pipas.1
  • Dispositivos tipo Pod: Generalmente pequeños y discretos, a menudo con formas que recuerdan a objetos cotidianos como memorias USB (un ejemplo prominente es JUUL, cuyo uso se ha popularizado bajo el término «JUULear»), bolígrafos, relojes inteligentes o incluso inhaladores para el asma.1 Suelen utilizar cartuchos pre-llenados y desechables.1
  • Mods y Sistemas de Tanque: Son dispositivos más grandes y, a menudo, más potentes.1 Ofrecen mayor capacidad de personalización, permitiendo ajustar parámetros como la potencia (vatios) o la temperatura.17 Cuentan con tanques recargables de mayor capacidad y baterías más duraderas, que pueden ser internas o extraíbles.1 Estos sistemas suelen producir mayores volúmenes de aerosol.1
  • Desechables: Dispositivos de un solo uso, diseñados para ser descartados una vez que se agota el e-líquido o la batería.2
  • Evolución Generacional: Se han descrito distintas «generaciones» de cigarrillos electrónicos, caracterizadas por mejoras en la tecnología de la batería (mayor voltaje y capacidad) y en el diseño general.20

La evolución en el diseño de estos dispositivos no es meramente estética. Los primeros modelos que imitaban a los cigarrillos buscaban atraer a fumadores que deseaban una alternativa similar.1 Sin embargo, los diseños más recientes, elegantes y tecnológicos, se asemejan más a gadgets electrónicos que a productos de tabaco.1 Este cambio puede aumentar su atractivo, especialmente para los jóvenes que quizás nunca hubieran considerado fumar cigarrillos tradicionales.2 La discreción de los dispositivos tipo pod facilita su uso en entornos donde fumar está prohibido, como escuelas.26 Además, la capacidad de personalización de los mods permite a los usuarios ajustar la entrega de nicotina y la producción de aerosol, lo que podría facilitar un mayor consumo o el mantenimiento de la adicción.17 Por lo tanto, el diseño del dispositivo influye en quién los usa, cómo los usa, el potencial adictivo y los desafíos para la regulación y el control.

III. La Nube Desvelada: Composición del E-líquido y Aerosol

El aerosol inhalado por los usuarios de cigarrillos electrónicos se origina a partir de un líquido, comúnmente denominado e-líquido o e-juice. La composición de este líquido y, crucialmente, la del aerosol resultante tras el calentamiento, es fundamental para comprender los riesgos asociados al vapeo.

Componentes Base del E-líquido

La base de la mayoría de los e-líquidos está compuesta por dos solventes principales:

  • Propilenglicol (PG): Un líquido sintético utilizado en una variedad de productos de consumo. En los e-líquidos, contribuye a transportar el sabor y produce el «golpe de garganta» que algunos usuarios buscan, similar al del humo del tabaco.8 Representa aproximadamente entre el 30% y el 70% del líquido en muchas formulaciones.8
  • Glicerina Vegetal (VG): Un líquido más viscoso, derivado de aceites vegetales. Es el principal responsable de la producción de las densas nubes de aerosol visibles.8 Su proporción suele variar, siendo común alrededor del 20% al 65%.8

Aunque tanto el PG como la VG están clasificados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) como «generalmente reconocidos como seguros» (GRAS) para la ingestión oral 28, esta clasificación no se aplica a la inhalación. La evidencia indica que ambos pueden actuar como irritantes de las vías respiratorias cuando se inhalan.13 Más preocupante aún es que el calentamiento a altas temperaturas de PG y VG durante el proceso de vapeo provoca su degradación térmica, generando subproductos tóxicos como formaldehído, acetaldehído y acroleína.2

Nicotina

La nicotina, el principal compuesto adictivo del tabaco, está presente en la gran mayoría de los e-líquidos 1, aunque se comercializan variantes sin nicotina.3 Sin embargo, estudios han detectado la presencia de nicotina en productos etiquetados como «libres de nicotina» o «0% nicotina», lo que plantea serias dudas sobre la precisión del etiquetado y el control de calidad.14

Las concentraciones de nicotina en los e-líquidos pueden variar enormemente, desde niveles bajos hasta concentraciones muy altas, alcanzando 54 mg/ml o incluso más en algunos productos.8 Para poner esto en perspectiva, se ha estimado que una sola cápsula (pod) de algunas marcas populares puede contener una cantidad de nicotina equivalente a la de 20 cigarrillos tradicionales.1 La nicotina es una sustancia altamente adictiva.2 Ejerce sus efectos estimulando la liberación de neurotransmisores como la epinefrina (adrenalina) y la dopamina en el cerebro, lo que genera sensaciones placenteras y refuerza el comportamiento de consumo, llevando a la dependencia.3

Saborizantes y Aditivos

Una característica distintiva de los cigarrillos electrónicos es la enorme variedad de sabores disponibles, que van desde tabaco y mentol hasta frutas, dulces, postres y bebidas.1 Se estima que existen miles de sabores diferentes en el mercado.28 Estos saborizantes son un factor clave en el atractivo de los productos de vapeo, especialmente para los adolescentes y adultos jóvenes.5

Al igual que con los solventes base, muchos de estos compuestos saborizantes son considerados seguros para la ingestión.13 Sin embargo, su seguridad al ser inhalados es, en gran medida, desconocida y motivo de preocupación.13 Algunas sustancias químicas utilizadas como saborizantes han demostrado ser tóxicas para el sistema respiratorio. Un ejemplo notorio es el diacetilo, un compuesto utilizado para dar sabor a mantequilla (presente, por ejemplo, en las palomitas de maíz para microondas), que ha sido relacionado con una enfermedad pulmonar grave e irreversible conocida como bronquiolitis obliterante o «pulmón de palomitas de maíz» cuando se inhala.6 Otros saborizantes, como el cinamaldehído (sabor a canela), también han mostrado toxicidad pulmonar.8 De hecho, algunos estudios sugieren que una mayor intensidad de sabor podría correlacionarse con una mayor toxicidad del e-líquido.8 Además de los saborizantes, los e-líquidos pueden contener otros aditivos como ácido cítrico, valerato de butilo, benzoato de benzilo, entre otros.8

Composición del Aerosol Inhalado

Es crucial entender que el aerosol que finalmente llega a los pulmones del usuario no tiene la misma composición que el e-líquido original. El proceso de calentamiento a alta temperatura en la resistencia actúa como una cámara de reacción química 13, transformando los componentes iniciales y añadiendo nuevos elementos. El aerosol resultante es una mezcla compleja que contiene 1:

  • Componentes del E-líquido: Nicotina, PG, VG y los saborizantes originales (aunque potencialmente alterados por el calor).
  • Sustancias Tóxicas y Carcinógenas Generadas por el Calor:
  • Compuestos Carbonilo: Formaldehído, acetaldehído y acroleína, formados por la degradación térmica de PG, VG y algunos saborizantes.2 El formaldehído está clasificado como carcinógeno humano.2 La acroleína es un potente irritante respiratorio y cardiovascular.20
  • Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Incluyen sustancias como el benceno, otro carcinógeno humano conocido.6
  • Nitrosaminas Específicas del Tabaco (NAETs/TSNAs): Compuestos carcinógenos también presentes en el tabaco, aunque generalmente se detectan en trazas mucho menores en el aerosol de los e-cigs en comparación con el humo del cigarrillo.20
  • Metales Pesados: Partículas de metales como níquel, plomo, cromo, estaño y aluminio, e incluso arsénico, pueden desprenderse de la resistencia, las soldaduras y otros componentes del dispositivo durante el calentamiento y pasar al aerosol.2 Algunos estudios han encontrado niveles de níquel en el aerosol de e-cigs superiores a los del humo de tabaco convencional.8
  • Partículas Ultrafinas: El aerosol está compuesto por partículas extremadamente pequeñas (ultrafinas) que pueden penetrar profundamente en los alvéolos pulmonares y potencialmente pasar al torrente sanguíneo.1
  • Acetato de Vitamina E: Aunque no es un componente típico de los e-líquidos de nicotina estándar, este aditivo se encontró predominantemente en líquidos de vapeo que contenían THC (el principal compuesto psicoactivo del cannabis) y fue identificado como el principal agente causal en el brote de Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Cigarrillos Electrónicos o Vapeo (EVALI) ocurrido en Estados Unidos en 2019-2020.20 Se cree que interfiere con la función normal del surfactante pulmonar, una sustancia esencial para la respiración.20
  • Otros Compuestos: Se han detectado otras sustancias como acetona (un irritante) 1 y partículas de silicatos.27 Investigaciones han llegado a identificar cientos de compuestos químicos en el aerosol de los cigarrillos electrónicos cuya identidad y efectos toxicológicos aún no se han determinado.28

Esta compleja y variable composición química, sumada a la falta de estudios toxicológicos completos para la mayoría de los ingredientes y subproductos cuando son inhalados 28, crea un panorama de incertidumbre significativo sobre los riesgos a largo plazo. La enorme cantidad de productos y formulaciones disponibles 16, junto con el etiquetado a menudo poco fiable 14, dificulta enormemente la evaluación de riesgos tanto para los consumidores como para los reguladores. Evaluar la seguridad basándose únicamente en los ingredientes declarados del e-líquido es insuficiente, ya que el propio acto de vapear genera nuevos peligros a través de reacciones químicas inducidas por el calor y la contaminación desde el dispositivo.

IV. ¿Una Herramienta para Dejar de Fumar? Eficacia y Controversia

Uno de los argumentos más recurrentes en el debate sobre los cigarrillos electrónicos es su potencial utilidad como herramienta para ayudar a los fumadores a abandonar el consumo de tabaco convencional. Sin embargo, la evidencia científica al respecto es compleja y controvertida, y las principales organizaciones de salud mantienen una postura cautelosa.

Argumento Pro-Cesación

La motivación para dejar de fumar es una razón frecuentemente citada por los fumadores para iniciarse en el vapeo. Una encuesta del Eurobarómetro mencionada en un informe del Ministerio de Sanidad español indicaba que el 61% de los usuarios de cigarrillos electrónicos comenzó a usarlos con este objetivo.10 Además, para algunos fumadores, el vapeo se ha convertido en un método preferido para intentar dejar el tabaco.11

Existe evidencia científica, proveniente de ensayos clínicos aleatorizados, que sugiere que los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina pueden ser más efectivos que las Terapias de Reemplazo de Nicotina (TRN) tradicionales, como los parches o chicles de nicotina, para lograr la abstinencia del tabaquismo a los 6 meses o más.1 La Colaboración Cochrane, una organización reconocida por la rigurosidad de sus revisiones sistemáticas, concluyó en su actualización de 2024 que existe evidencia de certeza moderada de que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las tasas de cesación tabáquica en comparación con la TRN.11 Específicamente, estimaron que por cada 100 personas que usan cigarrillos electrónicos con nicotina para dejar de fumar, entre 9 y 14 podrían lograrlo con éxito, en comparación con 6 de cada 100 que usan TRN.11 La misma revisión sugiere que los cigarrillos electrónicos con nicotina probablemente ayudan a más personas a dejar de fumar que los cigarrillos electrónicos sin nicotina, y podrían ser más efectivos que no recibir ningún apoyo o solo apoyo conductual.11 Un estudio clínico realizado en el Reino Unido también encontró tasas de abstinencia al año significativamente mayores en el grupo asignado a cigarrillos electrónicos (18%) en comparación con el grupo asignado a TRN (9.9%), ambos complementados con asesoramiento conductual.35

Argumento Contra/Limitaciones

A pesar de estos hallazgos sobre la eficacia relativa, existen importantes limitaciones y contraargumentos que cuestionan el papel de los cigarrillos electrónicos como herramienta de salud pública para la cesación tabáquica:

  • Baja Eficacia Absoluta: Aunque los cigarrillos electrónicos con nicotina puedan superar a la TRN en eficacia relativa, las tasas absolutas de éxito para dejar de fumar siguen siendo modestas. Las cifras de la revisión Cochrane (9-14%) 11 y otros análisis (10% en el mejor de los casos 36, 7.3% en otro estudio 27) indican que la gran mayoría de los fumadores que intentan dejar de fumar usando cigarrillos electrónicos no lo consiguen a largo plazo.
  • Falta de Aprobación Regulatoria: Ninguna de las principales agencias reguladoras y organizaciones de salud a nivel internacional, como la FDA en Estados Unidos 1, el Ministerio de Sanidad en España 10, la ANMAT en Argentina 9 o la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su oficina regional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) 5, han aprobado los cigarrillos electrónicos como un tratamiento seguro y eficaz para la deshabituación tabáquica. Subrayan la insuficiencia de pruebas y los riesgos asociados.
  • Dependencia Continuada y Doble Uso: Una preocupación significativa es que, en lugar de conducir a la cesación completa de la nicotina, el vapeo a menudo resulta en la sustitución de una forma de consumo de nicotina por otra, manteniendo así la adicción.1 Además, es frecuente el fenómeno del «doble uso», donde los individuos consumen tanto cigarrillos tradicionales como electrónicos.10 La encuesta del Eurobarómetro citada por el Ministerio de Sanidad español es reveladora: el 52% de los usuarios de e-cigs que intentaban dejar de fumar no redujeron en absoluto su consumo de tabaco, un 5% incluso lo aumentó, y solo un 14% afirmó haber dejado de fumar tabaco definitivamente gracias al vapeo.10
  • Calidad de la Evidencia y Conflictos de Interés: Algunos análisis críticos señalan limitaciones metodológicas en ciertos estudios sobre cesación, como seguimientos relativamente cortos 11 o la necesidad de combinar el vapeo con apoyo conductual intensivo para obtener resultados positivos.35 Además, se ha planteado la preocupación por posibles conflictos de intereses, ya que investigaciones financiadas o vinculadas a la industria tabacalera tienden a reportar resultados más favorables a los cigarrillos electrónicos.5
  • Riesgo de Iniciación (Efecto «Puerta de Entrada»): Existe una fuerte preocupación entre las autoridades de salud pública de que los cigarrillos electrónicos, lejos de ser una herramienta de salida del tabaquismo, puedan actuar como una «puerta de entrada» a la adicción a la nicotina y, potencialmente, al consumo de cigarrillos tradicionales, especialmente entre los jóvenes y adolescentes que de otro modo no habrían comenzado a consumir productos de nicotina.1

Postura de Organismos de Salud

Las principales organizaciones sanitarias reflejan estas preocupaciones en sus posicionamientos oficiales:

  • Ministerio de Sanidad (España): Sostiene que no hay evidencia clara de su eficacia para la deshabituación, que solo una proporción muy baja de usuarios logra una cesación sostenida, y que son una potencial puerta de entrada a la adicción para los jóvenes. Recalca que no son seguros.10
  • OPS/OMS: Afirma rotundamente que los vapeadores y cigarrillos electrónicos no están aprobados para dejar de fumar y causan daños a la salud. Los considera parte de una estrategia de la industria tabacalera para crear nuevos adictos, especialmente niños y jóvenes.5
  • FDA (EEUU): No ha determinado que el vapeo sea seguro ni efectivo como ayuda para que los fumadores dejen de fumar.1
  • Cochrane: Reconoce una mayor eficacia relativa frente a la TRN (con certeza moderada), pero destaca las bajas tasas absolutas de éxito y la limitada evidencia sobre efectos a largo plazo. Señala que los efectos adversos a corto plazo (irritación de garganta, tos, mareos) son comunes pero generalmente leves.4

En resumen, la cuestión de la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar presenta una paradoja. Si bien pueden ofrecer una ventaja relativa sobre la TRN para algunos fumadores individuales ya motivados y, preferiblemente, bajo supervisión y con apoyo adicional 35, su impacto a nivel poblacional es mucho más cuestionable. La alta prevalencia de mantenimiento de la adicción a la nicotina, el doble uso y, sobre todo, la alarmante tasa de iniciación entre los jóvenes 4, llevan a muchas autoridades sanitarias a concluir que los riesgos actuales asociados al vapeo superan sus potenciales beneficios como estrategia de cesación tabáquica desde una perspectiva de salud pública.1

V. Riesgos para la Salud: Más Allá del Vapor

Contrariamente a la percepción inicial de inocuidad, la evidencia científica acumulada demuestra que el uso de cigarrillos electrónicos conlleva una serie de riesgos significativos para la salud, afectando múltiples sistemas del organismo. Estos riesgos abarcan desde la adicción y efectos neurológicos hasta daños pulmonares agudos y crónicos, problemas cardiovasculares, potencial carcinogénico y otros peligros asociados al dispositivo y al líquido.

Adicción y Efectos Neurológicos

La nicotina, presente en la mayoría de los productos de vapeo, es una sustancia química altamente adictiva, con un potencial de dependencia comparable al de la heroína o la cocaína.2 Los cigarrillos electrónicos pueden ser vehículos muy eficientes para la entrega de nicotina, y algunos productos contienen concentraciones particularmente elevadas, lo que puede facilitar el desarrollo rápido de la adicción.1

El impacto de la nicotina es especialmente preocupante en niños, adolescentes y adultos jóvenes, cuyo cerebro continúa desarrollándose hasta aproximadamente los 25 años.2 La exposición a la nicotina durante este período crítico puede alterar permanentemente la arquitectura y función cerebral. Específicamente, puede dañar las áreas responsables de la atención, el aprendizaje, la memoria, el control de los impulsos y la regulación del estado de ánimo.2 La nicotina interfiere con el proceso normal de formación de sinapsis (conexiones entre neuronas), que es particularmente rápido durante la adolescencia.14 Además, el consumo temprano de nicotina se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar adicción a otras drogas en el futuro, un fenómeno a veces denominado «efecto de puerta de entrada molecular».3 En casos de exposición a dosis muy altas de nicotina a través del vapeo, se han llegado a reportar convulsiones en personas jóvenes.1

Daño Pulmonar

El sistema respiratorio es uno de los más directamente afectados por el vapeo. El aerosol inhalado contiene múltiples sustancias irritantes y tóxicas.1

  • Efectos a Corto Plazo: Los efectos adversos más comunes reportados incluyen irritación de garganta y boca, tos, mareos y dolor de cabeza.11 Los compuestos orgánicos volátiles (COV) pueden causar irritación en ojos, nariz y garganta.22 El vapeo también puede desencadenar o empeorar síntomas respiratorios como ataques de asma, sibilancias y dificultad para respirar (disnea).5
  • Enfermedades Graves:
  • EVALI (Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Cigarrillos Electrónicos o Vapeo): Un síndrome respiratorio agudo y grave que surgió en 2019, caracterizado por síntomas como tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, y a menudo acompañado de síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea) y sistémicos (fiebre, fatiga, pérdida de peso).6 Se asoció principalmente al uso de productos de vapeo que contenían THC y acetato de vitamina E.20 EVALI provocó miles de hospitalizaciones y decenas de muertes en Estados Unidos.7
  • «Pulmón de Palomitas de Maíz» (Bronquiolitis Obliterante): Una enfermedad pulmonar crónica, rara pero grave e irreversible, que afecta a las vías respiratorias más pequeñas (bronquiolos). Se ha vinculado a la inhalación ocupacional de diacetilo, un químico saborizante que también se ha detectado en algunos e-líquidos.6
  • Neumonía Lipoidea Exógena: Una forma de inflamación pulmonar causada por la acumulación de lípidos (grasas) en los alvéolos. Se ha asociado al vapeo, posiblemente debido a la inhalación de glicerina vegetal o, en el contexto de EVALI, al acetato de vitamina E.20
  • Efectos a Largo Plazo: Aunque los efectos a largo plazo del vapeo crónico todavía están bajo investigación activa 6, la exposición continuada a los componentes del aerosol suscita serias preocupaciones. La inhalación crónica de partículas finas y ultrafinas, metales pesados, irritantes y carcinógenos como el formaldehído sugiere un riesgo elevado de desarrollar enfermedades pulmonares crónicas, como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) 5, y cáncer de pulmón.1 Además, se ha observado que algunos componentes del aerosol, como la acroleína, pueden dañar la capacidad de reparación del tejido pulmonar y vascular 20, y el vapeo puede disminuir la respuesta inmunitaria local en los pulmones, aumentando la susceptibilidad a infecciones.5

Impacto Cardiovascular

El sistema cardiovascular también es vulnerable a los efectos del vapeo:

  • La nicotina tiene efectos hemodinámicos bien conocidos: aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial de forma aguda.3
  • La acroleína, un subproducto del calentamiento de los solventes, también contribuye al aumento de la presión arterial y se ha relacionado con un mayor riesgo de arritmias cardíacas en modelos animales.20
  • Existe preocupación por un mayor riesgo de eventos cardiovasculares agudos, como infartos de miocardio.6
  • A largo plazo, la exposición crónica a la nicotina y otros componentes tóxicos del aerosol puede promover procesos como la disfunción endotelial (daño al revestimiento interno de los vasos sanguíneos), el estrés oxidativo, la inflamación y alteraciones en los lípidos sanguíneos, todos ellos factores que contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias).20

Riesgo de Cáncer

Aunque se necesita más tiempo para observar la incidencia de cáncer a largo plazo en poblaciones de vapeadores, la presencia de múltiples sustancias carcinógenas conocidas en el aerosol es un motivo de gran alarma.1 Entre ellas se incluyen:

  • Formaldehído y acetaldehído.2
  • Benceno.15
  • Nitrosaminas específicas del tabaco (aunque en niveles generalmente más bajos que en el humo del cigarrillo).20
  • Metales pesados como el níquel, el cromo y el plomo.2

Además, estudios celulares y moleculares preliminares han demostrado que la exposición al aerosol de los cigarrillos electrónicos puede causar daño en el ADN de las células, de forma similar a como lo hace el humo del tabaco tradicional.34 Este daño genético es un paso fundamental en el desarrollo del cáncer.

Otros Riesgos

Más allá de los efectos directos de la inhalación del aerosol, existen otros peligros asociados al uso de cigarrillos electrónicos:

  • Explosiones de Baterías: Se han documentado numerosos casos de mal funcionamiento de las baterías de litio de los dispositivos, resultando en explosiones que pueden causar quemaduras graves, lesiones traumáticas en cara y manos (pérdida de dientes, fracturas de mandíbula, pérdida de falanges) e incluso la muerte.14
  • Intoxicación Aguda por Nicotina: El e-líquido concentrado es altamente tóxico si se ingiere, se inhala directamente o se absorbe a través de la piel o los ojos.1 Esto representa un riesgo particular para los niños pequeños, que pueden sentirse atraídos por los envases coloridos o los olores dulces de los líquidos saborizados. Los síntomas de intoxicación incluyen náuseas, vómitos, mareos, y en casos graves, convulsiones e incluso la muerte.1 Datos de centros de toxicología en EE.UU. indican que una proporción significativa de las llamadas relacionadas con cigarrillos electrónicos involucran a niños menores de 5 años.14
  • Exposición Pasiva (Aerosol de Segunda y Tercera Mano): El aerosol exhalado por los vapeadores no es inocuo para las personas que se encuentran cerca. Contiene nicotina y otras sustancias químicas potencialmente dañinas que contaminan el aire interior.1 Además, estas partículas pueden depositarse en las superficies (muebles, ropa, alfombras), creando lo que se conoce como «humo de tercera mano» o, en este caso, «aerosol de tercera mano». Estos residuos pueden persistir en el ambiente y ser posteriormente inhalados, ingeridos o absorbidos a través de la piel.1
  • Uso para Otras Drogas: Los dispositivos de vapeo pueden ser modificados o utilizados para consumir otras sustancias además de nicotina, como el cannabis (THC) u otras drogas ilícitas.10

En conjunto, los riesgos del vapeo abarcan un amplio espectro, desde eventos agudos potencialmente letales como EVALI o las explosiones, hasta el desarrollo insidioso de la adicción y el potencial de enfermedades crónicas graves a largo plazo. La vulnerabilidad particular del cerebro adolescente a la nicotina, combinada con las características del producto (altas concentraciones de nicotina, sabores atractivos, diseños discretos), crea una situación especialmente peligrosa para los jóvenes, amplificando los riesgos inherentes del consumo de nicotina.

VI. Vapeo vs. Tabaco Tradicional: Una Comparación de Riesgos

Una pregunta central en el debate sobre los cigarrillos electrónicos es cómo se comparan sus riesgos para la salud con los del tabaquismo convencional. La respuesta, basada en la evidencia científica actual, es matizada: aunque el vapeo parece ser menos perjudicial que fumar cigarrillos en algunos aspectos, dista mucho de ser inocuo.

Perspectiva de Reducción de Daños

El argumento principal a favor de una menor nocividad relativa del vapeo se basa en la diferencia fundamental entre los procesos de calentamiento y combustión. Los cigarrillos tradicionales queman tabaco, generando humo que contiene una mezcla extremadamente compleja y tóxica de más de 7,000 sustancias químicas, incluyendo alquitrán, monóxido de carbono y docenas de carcinógenos conocidos.23 Los cigarrillos electrónicos, al calentar un líquido sin combustión, producen un aerosol que, si bien no es inofensivo, contiene significativamente menos sustancias químicas tóxicas y en concentraciones generalmente más bajas que el humo del tabaco.14

Desde esta perspectiva, para un fumador adulto que no puede o no quiere dejar la nicotina mediante métodos aprobados y que cambia completamente del tabaco combustible a los cigarrillos electrónicos, podría existir una reducción del daño relativo en comparación con seguir fumando.16 Este es el núcleo del concepto de «reducción de daños» aplicado al vapeo.

Advertencias Clave

Sin embargo, esta comparación debe hacerse con extrema cautela y teniendo en cuenta varias advertencias cruciales:

  • «Menos Dañino» no Equivale a «Seguro»: Es fundamental reiterar que ser potencialmente menos perjudicial que el producto de consumo más mortífero del mundo (los cigarrillos) no convierte al vapeo en una práctica segura o libre de riesgos.8 El vapeo conlleva sus propios riesgos inherentes, como se detalló en la sección anterior. Comparar cualquier producto con los cigarrillos combustibles establece un listón de seguridad extremadamente bajo.
  • Complejidad de la Comparación: La comparación directa es compleja y no unidimensional:
  • Perfil de Tóxicos Diferente: Mientras que el aerosol de los e-cigs puede tener niveles más bajos de muchos productos de la combustión, puede contener otros compuestos preocupantes ausentes o en menores niveles en el humo del tabaco, como ciertos saborizantes tóxicos al inhalarse (diacetilo), altas concentraciones de algunos metales pesados o aditivos como el acetato de vitamina E (en productos con THC).8
  • Riesgo de Adicción: El potencial adictivo de la nicotina puede ser igual o incluso superior con algunos dispositivos de vapeo de alta eficiencia y concentración, en comparación con los cigarrillos tradicionales.1
  • Riesgos Únicos del Vapeo: Existen riesgos agudos asociados específicamente al vapeo que no tienen un equivalente directo en el tabaquismo, como la lesión pulmonar aguda (EVALI) o las explosiones de baterías.6
  • Mecanismos de Daño Similares: Investigaciones emergentes sugieren que, a nivel celular, el vapeo puede inducir tipos de daño (como el daño al ADN) similares a los causados por el humo del tabaco.34
  • Incertidumbre a Largo Plazo: Los cigarrillos electrónicos son un producto relativamente nuevo en comparación con los cigarrillos tradicionales. Por lo tanto, los efectos a largo plazo sobre la salud (décadas de uso) aún no se conocen completamente, mientras que las devastadoras consecuencias del tabaquismo a largo plazo están ampliamente documentadas.6

Tabla Comparativa de Riesgos Relativos

Para visualizar esta comparación matizada, la siguiente tabla adapta una evaluación semicuantitativa basada en la evidencia disponible 27, comparando los riesgos estimados de los cigarrillos electrónicos frente a los cigarrillos convencionales en diferentes dominios de la salud. Es importante interpretar esta tabla con cautela, reconociendo que se basa en la evidencia actual (que está en constante evolución) y que los signos «+» representan una estimación relativa del riesgo, no una medida absoluta precisa.

Efecto sobre la SaludCigarrillos ElectrónicosCigarrillos ConvencionalesNotas
Riesgo de Adicción (Nicotina)+++++++++++++++++++El riesgo puede ser comparable o incluso mayor con e-cigs de alta concentración/eficiencia.1
Efectos Cardiovasculares (Corto y Largo Plazo)++++++++++++++La nicotina y otros componentes (acroleína) afectan el sistema cardiovascular. Riesgo a largo plazo en e-cigs aún bajo estudio.6
Efectos Respiratorios (Corto Plazo)+++++++++Irritación, tos, exacerbación de asma son comunes en ambos. EVALI es un riesgo agudo específico del vapeo.6
Efectos Respiratorios (Largo Plazo – EPOC, etc.)+ /?++++++++++Riesgo establecido para cigarrillos. Para e-cigs, el riesgo a largo plazo es desconocido pero preocupante.6
Efectos Cancerígenos (Largo Plazo)?++++++++++Riesgo masivo establecido para cigarrillos. Para e-cigs, presencia de carcinógenos genera preocupación, pero el riesgo a largo plazo es desconocido.27
Efectos en Personas Expuestas Pasivamente++++++++El aerosol de segunda mano de e-cigs contiene tóxicos, aunque en menor medida que el humo de tabaco.23

Fuente: Adaptado de la Tabla 2 en 27, con información adicional de otros documentos. La escala de ‘+’ es semicuantitativa e indica un nivel relativo de riesgo estimado basado en la evidencia citada. ‘?’ indica incertidumbre significativa o datos insuficientes.

Consideraciones Poblacionales

La perspectiva cambia drásticamente cuando se considera el impacto a nivel poblacional. Si bien la reducción de daños podría ser un concepto relevante para el subgrupo de fumadores adultos establecidos que no logran dejar de fumar por otros medios 23, este potencial beneficio individual debe sopesarse cuidadosamente contra el considerable riesgo de salud pública que representa la iniciación al vapeo por parte de jóvenes y adolescentes no fumadores.1 Para estos grupos, cualquier forma de consumo de nicotina representa un aumento neto del riesgo para su salud y bienestar, no una reducción. La popularidad del vapeo entre los jóvenes amenaza con revertir décadas de progreso en la lucha contra la adicción a la nicotina.6

Por lo tanto, caer en la trampa de una comparación simplista («¿es más seguro que fumar?») resulta engañoso.14 Ignora los riesgos absolutos del vapeo, especialmente para aquellos que nunca habrían fumado, y minimiza los peligros únicos asociados a estos dispositivos. La evaluación completa debe considerar tanto la toxicidad relativa como los patrones de uso poblacional y los riesgos inherentes del producto en sí mismo.

VII. Conclusión: Balance de Evidencia y Recomendaciones de Salud Pública

La evidencia científica acumulada hasta la fecha sobre los cigarrillos electrónicos dibuja un panorama complejo y preocupante. Estos dispositivos, que funcionan calentando un líquido para generar un aerosol inhalable, se han popularizado rápidamente bajo premisas a menudo engañosas de seguridad y eficacia para dejar de fumar.

Síntesis de Hallazgos Clave

El análisis de la literatura científica revela varios puntos fundamentales:

  • Funcionamiento y Composición: Los cigarrillos electrónicos operan mediante el calentamiento de un e-líquido por una resistencia alimentada por batería. El aerosol resultante no es vapor de agua, sino una mezcla compleja que contiene, en la mayoría de los casos, nicotina, solventes (propilenglicol, glicerina vegetal), miles de saborizantes y una serie de subproductos tóxicos y contaminantes generados por el calentamiento, incluyendo compuestos carbonilo (formaldehído, acroleína), compuestos orgánicos volátiles, metales pesados y partículas ultrafinas. La composición exacta varía enormemente y a menudo es desconocida para el consumidor.
  • Eficacia para Dejar de Fumar: Existe una controversia significativa. Aunque algunos estudios sugieren que los cigarrillos electrónicos con nicotina pueden ser relativamente más efectivos que la TRN para algunos fumadores, las tasas absolutas de éxito son bajas, y muchos usuarios continúan dependiendo de la nicotina o practican un doble uso. Crucialmente, los principales organismos de salud y reguladores no los han aprobado como una terapia segura y eficaz para la cesación tabáquica.
  • Riesgos para la Salud: El vapeo no es inocuo. Conlleva riesgos comprobados y potenciales significativos, incluyendo:
  • Adicción: La nicotina es altamente adictiva.
  • Daño Neurológico: Especialmente en jóvenes, la nicotina puede alterar permanentemente el desarrollo cerebral.
  • Daño Pulmonar: Desde irritación y síntomas respiratorios agudos hasta enfermedades graves como EVALI y potencialmente enfermedades crónicas a largo plazo.
  • Efectos Cardiovasculares: Aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial, con potencial de daño vascular a largo plazo.
  • Riesgo de Cáncer: El aerosol contiene múltiples carcinógenos conocidos, y estudios preliminares muestran daño al ADN.
  • Lesiones Agudas: Riesgo de explosiones de baterías e intoxicación por nicotina líquida.
  • Exposición Pasiva: El aerosol de segunda y tercera mano expone a los no usuarios a sustancias nocivas.

Mensajes Centrales

De la evidencia disponible se desprenden varios mensajes clave para la salud pública:

  1. El vapeo no es inofensivo. El aerosol inhalado contiene una mezcla de sustancias químicas dañinas y potencialmente dañinas.
  2. La nicotina es una droga poderosa y adictiva. Su consumo durante la adolescencia y la juventud es particularmente perjudicial para el desarrollo cerebral.
  3. Los cigarrillos electrónicos no son una terapia aprobada para dejar de fumar. Existen tratamientos farmacológicos y conductuales con eficacia y seguridad demostradas.32
  4. La iniciación al vapeo por parte de jóvenes y no fumadores es una crisis de salud pública. Amenaza con crear una nueva generación dependiente de la nicotina.

Recomendaciones Basadas en la Evidencia

A la luz de estos hallazgos, las recomendaciones basadas en la evidencia científica son claras:

  • Prevención Primaria: La recomendación más importante es: si no fuma ni vapea, no empiece.12
  • Protección de Grupos Vulnerables: Los niños, adolescentes, adultos jóvenes y mujeres embarazadas no deben usar cigarrillos electrónicos bajo ninguna circunstancia.10 Es crucial educar a estos grupos sobre los riesgos específicos que enfrentan.
  • Cesación Tabáquica: Los fumadores que deseen dejar el tabaco deben utilizar las estrategias de cesación que han demostrado ser seguras y eficaces, como las terapias de reemplazo de nicotina aprobadas (parches, chicles, etc.), medicamentos como vareniclina o bupropión, y el asesoramiento conductual.9
  • Regulación Estricta: Es imperativa una regulación más rigurosa de los cigarrillos electrónicos, similar o incluso más estricta que la del tabaco tradicional. Esto debe incluir control sobre los ingredientes (especialmente saborizantes y niveles de nicotina), restricciones severas a la publicidad y promoción (particularmente aquellas dirigidas a jóvenes), prohibición de venta a menores, y su inclusión en las políticas de espacios libres de humo.5
  • Investigación y Comunicación: Se necesita continuar investigando los efectos a largo plazo del vapeo sobre la salud. Los hallazgos deben comunicarse de manera clara, precisa y transparente al público, contrarrestando la desinformación y los mitos.6

La historia del tabaco nos enseña el alto coste de esperar décadas para obtener pruebas definitivas de daño antes de actuar.24 La evidencia actual sobre los riesgos del vapeo, aunque aún incompleta en cuanto a los efectos a muy largo plazo, es suficientemente robusta para justificar una acción de salud pública decidida y proactiva. Un enfoque preventivo, centrado especialmente en la protección de los jóvenes, junto con una regulación estricta, es esencial para evitar que la epidemia de tabaquismo sea reemplazada por una nueva epidemia de adicción a la nicotina vehiculizada por los cigarrillos electrónicos.

Obras citadas

  1. ¿Qué es vapear? | Texas DSHS, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.dshs.texas.gov/es/vaping/what-is-vaping
  2. www.fda.gov, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.fda.gov/media/165478/download
  3. Cigarrillos electrónicos (e-cigs) – ISSUP.net., fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.issup.net/files/2019-12/Qu%C3%A9%20son%20los%20cigarrillos%20electr%C3%B3nicos.pdf
  4. ¿Sirven los cigarros electrónicos para dejar de fumar? Esto es lo que dice la OCU, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.noticiasdenavarra.com/salud/2024/09/24/sirven-cigarros-electronicos-para-dejar-de-fumar-esto-es-lo-que-dice-la-ocu-8723743.html
  5. Vapeadores y cigarrillos electrónicos no están aprobados para …, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.paho.org/es/noticias/22-10-2021-vapeadores-cigarrillos-electronicos-no-estan-aprobados-para-dejar-fumar-causan
  6. ¿Qué tan riesgoso es vapear? | Hospital del Valle de Temecula, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://es.swhtemeculavalley.com/about/blog/how-risky-vaping
  7. Vapear no es solo vapor: Las toxinas ocultas que dañan tu salud – Diario Qhali, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.diarioqhali.com/post/el-vape-una-moda-mortal
  8. ¿Qué son los vapeadores? – Quibdó – Diagnosticar IPS, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://diagnosticar-ips.com/que-son-los-vapeadores/
  9. Cigarrillo electrónico: conclusiones basadas en evidencia científica – Argentina.gob.ar, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.argentina.gob.ar/anmat/comunidad/cigarrillo-electronico-conclusiones-basadas-en-evidencia-cientifica
  10. www.sanidad.gob.es, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/tabaco/profesionales/docs/InformeCigarrilloselectronicos.pdf
  11. ¿Son efectivos y seguros los cigarrillos electrónicos con nicotina …, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://es.cochrane.org/es/divulgacion/cochrane-responde/son-efectivos-y-seguros-los-cigarrillos-electronicos-con-nicotina
  12. ¿Es mejor vapear que fumar? | Go Red for Women, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.goredforwomen.org/es/healthy-living/healthy-lifestyle/quit-smoking-tobacco/is-vaping-safer-than-smoking
  13. 31 de mayo de 2020 Dia mundial Sin Tabaco – Vapear No es Fumar……pero tiene Riesgos, fecha de acceso: abril 30, 2025, http://pediatriarosario.website/Publicaciones/VapearnoesFumar.pdf
  14. Datos breves sobre los riesgos de los cigarrillos electrónicos para …, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/spanish/los-riesgos-de-los-cigarrillos-electronicos-para-jovenes.html
  15. Acerca de los cigarrillos electrónicos – CDC, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/spanish/acerca-de-los-cigarrillos-electronicos.html
  16. Cigarrillos electrónicos (e-cigs) – DrugFacts | National Institute on Drug Abuse (NIDA), fecha de acceso: abril 30, 2025, https://nida.nih.gov/es/publicaciones/drugfacts/cigarrillos-electronicos-e-cigs
  17. ▷¿Qué es y Como Funciona un Cigarrillo Electrónico? – Vapeototal, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.vapeototal.net/blog/como-funciona-un-cigarrillo-electronico/amp/
  18. ¿Sabes Cómo Funciona un Cigarrillo Electrónico? – Quinto Elemento Vap, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://quintoelementovap.com/blogs/default-blog/sabes-como-funciona-un-cigarrillo-electronico
  19. Cigarrillo electrónico – Wikipedia, la enciclopedia libre, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://es.wikipedia.org/wiki/Cigarrillo_electr%C3%B3nico
  20. Efectos fisiopatológicos del cigarro electrónico: un problema de …, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0028-37462022000200121
  21. Efectos fisiopatológicos del cigarro electrónico: un problema de salud pública – Medigraphic, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=108498
  22. Problemas de salud – ¿Cuáles son los daños?, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.dshs.texas.gov/es/vaping/what-is-vaping/health-issues-whats-the
  23. www.cdc.gov, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/pdfs/electronic-cigarettes-infographic-spanish-508.pdf
  24. El vapeo, más dañino que el cigarro convencional – Gaceta UNAM, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.gaceta.unam.mx/el-vapeo-mas-danino-que-el-cigarro-convencional/
  25. Cigarrillos electrónicos – CDC, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/spanish/index.htm
  26. 4 efectos del vapeo para la salud – Children’s Health, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://es.childrens.com/health-wellness/4-health-effects-of-vaping
  27. El desafío de los cigarrillos electrónicos – PMC, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6985645/
  28. Esto es lo que dice la ciencia – y lo que no dice – sobre los riesgos de vapear, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://saludconlupa.com/comprueba/esto-es-lo-que-dice-la-ciencia-y-lo-que-no-dice-sobre-los-riesgos-de-vapear/
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  30. Vapeo y cigarrillos electrónicos – Educación y permisos para el consumo de tabaco, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.saltlakecounty.gov/es/Salud/tabaco/Vapeo/
  31. COMPOSICIÓN QUÍMICA DEL LÍQUIDO PARA CIGARROS ELECTRÓNICOS Y SU POTENCIAL RIESGO A LA SALUD – UNAM, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://ru.dgb.unam.mx/bitstream/20.500.14330/TES01000699432/3/0699432.pdf
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  35. Estudio evalúa los cigarrillos electrónicos contra productos de remplazo de nicotina, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cancer.gov/espanol/noticias/temas-y-relatos-blog/2019/cigarrillos-electronicos-remplazo-nicotina-dejar-fumar-estudio-clinico
  36. Descifrando la revisión Cochrane sobre cigarrillos electrónicos – Congreso de SEDET, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://sedet.org/descifrando-la-revision-cochrane-sobre-cigarrillos-electronicos
  37. Tabaco: cigarrillos electrónicos, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/tobacco-e-cigarettes
  38. Riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos – American Cancer Society, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cancer.org/es/cancer/prevencion-del-riesgo/tabaco/riesgos-para-la-salud-debido-al-tabaquismo/riesgos-para-la-salud-debido-a-los-cigarrillos-electronicos.html
  39. Advertencia de la Dirección General de Servicios de Salud sobre el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes | CDC, fecha de acceso: abril 30, 2025, https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/spanish/advertencia-de-la-direccion-general-de-servicios-de-salud/index.html

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