En un mundo en constante búsqueda de soluciones efectivas contra el cáncer, la terapia con células CAR T se presenta como una de las más prometedoras gracias a sus recientes innovaciones. Estas células, modificadas genéticamente, han mostrado capacidad para atacar y potencialmente curar algunos tipos de cáncer, aunque enfrentan el desafío de la fatiga a lo largo de tratamientos prolongados. Sin embargo, dos equipos de investigación independientes han logrado un avance significativo: han encontrado cómo rejuvenecer estas células para que su eficacia se prolongue en el tiempo.

Los investigadores, trabajando desde ángulos diferentes pero complementarios, han centrado sus esfuerzos en incrementar los niveles de una proteína clave, conocida como FOXO1, en las células CAR T. Esta modificación genética no solo revitaliza las células, sino que también las hace adoptar características genéticas y funcionales de las células madre de memoria T. Esto se traduce en una mayor agilidad y durabilidad en el reconocimiento y combate contra las células cancerosas.

Uno de los grupos, liderado por Crystal Mackall de la Universidad de Stanford y Evan Weber de la Universidad de Pensilvania, ha analizado el comportamiento de las células CAR T en pacientes con leucemia, identificando un patrón de expresión genética favorable en aquellos casos donde se observó una mejor respuesta al tratamiento. Al incrementar la producción de FOXO1, lograron que estas células no solo mantuvieran su potencia sino que también extendieran su tiempo de actividad efectiva.

Simultáneamente, un equipo del Centro Oncológico Peter MacCallum en Melbourne, liderado por Phillip Darcy y sus colegas, investigó el efecto de la IL-15, una molécula que promueve la transición de las células T a un estado más primordial. Descubrieron que activar genes relacionados con FOXO1 mediante ingeniería genética mejora la capacidad de las células para combatir el cáncer de manera más eficiente y duradera.

Los resultados, publicados en la revista Nature, no solo subrayan la efectividad de estos enfoques innovadores en modelos animales, sino que también abren la posibilidad de aplicaciones clínicas en humanos. La simplicidad relativa de la ingeniería genética de las células CAR T para sobreexpresar FOXO1 sugiere que este método podría ser aplicado en ensayos clínicos en un futuro cercano, ofreciendo una nueva esperanza para pacientes con diversos tipos de cáncer.

Este avance representa un matrimonio saludable entre la terapia génica y la medicina regenerativa, estableciendo un precedente para el diseño de tratamientos más efectivos y duraderos que puedan abordar tanto los cánceres de sangre como los tumores sólidos. Con estos desarrollos, la comunidad científica se acerca un paso más a la meta de lograr terapias de cáncer más resilientes y personalizadas.

https://www.nature.com/articles/d41586-024-01043-2

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