La relación entre la gripe y los eventos cardiovasculares agudos, como infartos e ictus, ha sido objeto de estudio desde la década de 1930. Aunque se conocía el riesgo elevado en las dos semanas posteriores a casos graves de gripe, una reciente investigación del Área de Investigación en Vacunas (AIV) de la Fundación Fisabio ha extendido este periodo hasta dos meses, y ha identificado un riesgo significativo incluso tras episodios leves de gripe en personas con menos factores de riesgo.
Un estudio pionero en la Comunidad Valenciana
La investigación, basada en los datos del sistema valenciano de salud, analizó a más de 2.3 millones de personas mayores de 50 años entre 2011 y 2018. El diseño del estudio, una serie de casos autocontrolada, permitió minimizar la confusión típica de los estudios observacionales, comparando periodos de riesgo (tras la gripe) con periodos basales (resto del tiempo) en los mismos individuos.
A diferencia de estudios previos, se incluyeron casos de gripe de diversa gravedad, tanto hospitalizados con confirmación de laboratorio como diagnosticados clínicamente en atención primaria. Esto permitió evaluar el riesgo asociado a episodios leves, a menudo ignorados en otras investigaciones.
Resultados alarmantes
Los resultados revelaron diferencias basales significativas entre personas con gripe grave y leve. Los hospitalizados eran de mayor edad, con más comorbilidades y mayor mortalidad. En estos casos graves, el riesgo de infarto o ictus isquémico se cuadruplicó en las dos primeras semanas tras la infección, manteniéndose el doble durante dos meses.
Sorprendentemente, incluso en casos leves con menos factores de riesgo, el riesgo de infarto e ictus se duplicó en las dos primeras semanas. Esto subraya la importancia de no subestimar las posibles complicaciones cardiovasculares de la gripe, incluso en personas aparentemente sanas.
Mecanismos subyacentes y prevención
Aunque los mecanismos exactos aún se desconocen, se cree que la inflamación causada por la gripe, mediada por citoquinas, podría desestabilizar las placas ateroscleróticas en las arterias, desencadenando eventos cardiovasculares.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de la vacunación antigripal, especialmente en grupos de riesgo, y resaltan la necesidad de concienciar a la población sobre los potenciales efectos cardiovasculares de la gripe, incluso en casos leves. La prevención y el manejo adecuado de la gripe son cruciales para proteger no solo la salud respiratoria, sino también la cardiovascular.