«Yo no me vacuno, no quiero cambiar mi ADN»

En una época de infortunios se ha hecho realidad un sueño que comenzó en los años 90, las vacunas de ARN. Estas vacunas son sin duda la mejor respuesta a las enfermedades infecciosas, así como una herramienta vital en el tratamiento y prevención del cáncer. 

¿Cuál es el mecanismo de acción de las vacunas de ARNm?. Estas vacunas simulan la infección viral para que el organismo busque la respuesta inmune, tanto humoral (anticuerpos) como celular.

El ARN mensajero empleado en las vacunas contiene una secuencia (ORF) que codifica una de las proteínas del virus, en el caso de la vacuna contra el SARS-CoV-2 codifica la proteína espiga. Esta proteína exterior es la llave que permite al virus entrar en la célula, y es la que reconoce y bloquea nuestro sistema inmune. Cuando el ARNm penetra en la célula transcribirá en el ribosoma su información en forma de proteína, en este caso la proteína espiga, que será detectada por el sistema inmune creando anticuerpos y linfocitos específicos.

La molécula de ARNm es muy sensible a la temperatura debido a su gran tamaño, además en el plasma sanguíneo existen unos enzimas llamados ribonucleasas que degradan los ácidos nucleicos. Por ello el ARNm debe estar protegido y en forma adecuada para facilitar su acceso a la célula. Una de las soluciones a estos problemas es su encapsulamiento en nanopartículas lipídicas, pequeñas bolas de grasa con tamaños entre 80 y 200 nanómetros. Veamos con detalle el mecanismo de la vacuna de ARNm.

1. Se administra mediante inyección intramuscular en el deltoides.

2. Penetra en el espacio intersticial, espacio entre las células musculares.

3. Las nanopartículas lipídicas penetran en la célula muscular por endocitosis, formando en su interior un endosoma.

4. El endosoma se rompe dejando libre el ARNm.

5. El ARNm llega al ribosoma y se traduce a la proteína pico del virus.

6. En el proteosoma se fragmentan algunas de estas proteínas para ser mostradas en la membrana celular mediante el complejo MHC-1 (complejo mayor de histocompatibilidad), otras se empaquetan en el aparato de golgi formando vesículas que abandonan la célula por exocitosis.

7. El fragmento de la proteína pico mostrado en el complejo MHC-1 es detectado por uno de los millones de linfocitos T citotóxicos (CD8+) que patrullan nuestro organismo, este linfocito reconoce el antígeno mostrado uniéndose a él en forma de un complejo estable.

8. Por otro lado los linfocitos B reconocen las proteínas de pico que que circulan por el medio extracelular y fabrican los anticuerpos específicos para neutralizarlas (respuesta humoral).

9. Por último el linfocito T colaborador (CD4+), al reconocer fragmentos de antígeno mostrados por macrófagos a través del complejo MHC-2, envía una señal en forma de citoquinas a los linfocitos T citotóxicos y a los linfocitos B que están unidos al antígeno para que se multipliquen.

10. El linfocito T citotóxico unido al MHC-1 inyecta en la célula enzimas tóxicos que producen su destrucción.

El resultado de este proceso es la generación de millones de linfocitos citotóxicos y B que reconocen de forma específica la proteína de pico del coronavirus. Matando las células infectadas y generando anticuerpos específicos. Semanas después de la vacunación el organismo sabrá detectar y defenderse de forma específica contra el SARS-CoV-2, que neutralizará en las primeras etapas de infección.

La vacuna de ARNm no entra en el núcleo celular y por tanto no puede alterar el ADN, Por otro lado al estar encapsulada en nanopartículas lipídicas la respuesta inmune del organismo a la inyección es muy poco probable. Al simular una infección viral tiene una eficacia elevada.

 

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